Tomemos los caminos que tomemos cada viaje comienza en nuestra imaginación, vamos de un lugar a otro pero al final siempre regresamos al punto de partida, «cualquier ruta señala tu interior», escribe Rosa Ángeles Fernández en la carpeta del álbum de Pepe Cantó (Valencia, 1959). De aquí para allá (Picap, 2015) llega después de tres décadas de trayectoria guiado por el ritmo, ha tocado junto a decenas de artistas, integrado en bandas de importantes grupos de pop (Revólver, Sole Giménez, Los Rebeldes, Miguel Ríos, Presuntos Implicados,€), canción de autor (Ovidi Montllor, Paco Muñoz, Joan Americ) y jazz, además de trabajar como productor.
El compositor y percusionista valenciano ha trazado once rutas sonoras que resumen su íntima cartografía musical. Cada una de las piezas que ha grabado tiene una ciudad de partida y un destino. «El leitmotiv son lugares que conozco, no todas las rutas las he hecho como vienen, aunque sí encontraba conexiones entre ellas». Lo que cada uno de esos lugares le han transmitido, lo ha plasmado en música.
En ciudades como Londres, París, Marrakech, Estambul, Miami, Lisboa o Dénia ha encontrado desde afrobeat a música gnawa, bulerías, habaneras€ y las transmite de una manera contemporánea. Cantó es un músico analítico, metódico y perfeccionista; cada composición está llena de matices. «Hago un guión de los instrumentos y estilo, sobre todo en la parte del ritmo más que las melodías, que son otra cosa».
Ha dedicado más de dos años a su debut entre la grabación, mezcla y masterización, un periodo que ha tenido intermitencias pero que en ningún momento ha sido tortuoso: «Yo disfruto tanto del estudio como del directo».
Su primer proyecto personal es un magnético, elegante y caleidoscópico disco instrumental donde las voces que aparecen lo hacen sin letra. Le acompañan músicos con los que ha tenido relación próxima y cuya amistad se remonta en algún caso varias décadas atrás como es el caso de Miquel Gil, a quien conoció a mitad de los años 80 como parte del grupo Mar Internum „una producción de las Trobades del Mediterrani de València„ junto a Vicente Sabater, Vicente Alonso y Maribel Crespo. La relación con Gil siguió en Terminal Sur, donde grabaron el álbum El viajero (1989), un trabajo muy cosmopolita que se etiquetó como ethno-pop siguiendo la exitosa propuesta del grupo alemán Dissidenten.
Ahora, el cantante de Catarroja aporta su inconfundible, ronca y profunda voz entre sonidos flamencos y magrebíes (From Marrakech to Istambul). También aparece Remigi Palmero, otro veterano músico compañero y amigo (De Cai pa Tabarca). Hay dos voces líricas jugando con las melodías: Carmen Cano (From Amsterdam to København), que está en clave bossa, y la soprano Consuelo Hueso en el tema que da título al disco.
Cada tema es el resultado de la superposición de una media de treinta pistas. «En mi música hay muchos instrumentos y arreglos, hay abundantes elementos, no puedo ir ligero. Intento ser más liviano, pero me salen las composiciones con muchos elementos, soy muy trastero», afirma Cantó. La presentación del disco será en formato de cuarteto con Pau Chafer, Tere Núñez y Vicente Ferrer, mañana, 22.30, en la Torre del Virrei de l´Eliana y en formato acústico. «En directo las estructuras estarán más abiertas, con más solos». El viaje creativo sigue en los escenarios interaccionando con el público.
