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Russafart 2018; recorrido libre por espacios de creación

Del 1 al 3 de junio un total de 275 artistas de todas las condiciones se arraciman por talleres, bares y comercios para mostrar sus obras al público

Russafart 2018; recorrido libre por espacios de creación

Conforme se acerca el verano nos vamos encontrando con múltiples propuestas artísticas que acercan el arte contemporáneo a la calle en todas sus facetas. Sin embargo, del 1 al 3 de junio se celebra Russafart y el espíritu de este festival que cumple ahora diez años es inundar las calles del barrio de Ruzafa y algunos vecindarios colindantes de público potencial que traza sus propias rutas, para adentrarse en los espacios de creación y no a la inversa. Casi un centenar de talleres artísticos participantes abre sus puertas con motivo de esta cita bianual para mostrar de manera directa su trabajo, su metodología y conocer a los artistas -nada menos que 275- de primera mano.

Se trata de una oportunidad única para aproximarse al trabajo de artistas de todas las edades y técnicas, de diversas nacionalidades y estilos, que no solemos ver expuesto con regularidad. La entrada, aunque controlada y sujeta a coherentes medidas de seguridad, es de libre acceso y gratuita, de modo que el espectador confecciona su propia ruta a partir de la información de carteles, folletos y página web oficial. Se puede así conocer la rica amalgama de talentos afincados en nuestra ciudad que teje una red colaborativa ya que la mayoría de artistas que normalmente tienen estudio en Ruzafa lo ofrecen meses antes a otros artistas foráneos que deseen mostrar juntos sus obras en diálogo.

Tal es el caso del estudio Granza de la artista Inma Coll, quien participa por primera vez en el festival mostrando sus piezas más recientes, todavía inéditas, junto a una selección de artistas invitados como son Antonio Barroso, Yolanda Carrascosa, Manel Aguado y Marcos Pérez. Este último nunca antes había participado en un evento similar, aunque sí había realizado alguna colaboración con sus pinturas en escaparatismo, tratando de aproximar el arte a todos los públicos y de hacerlo accesible al coleccionista de a pie. Coll y Pérez coinciden en servirse de las redes sociales y de mostrar su obra en espacios poco convencionales para que pueda ser disfrutada y adquirida. Russafart rompe con intermediarios y rescata el romanticismo de la visita al estudio, del flechazo con la obra por casualidad, sin galerías ni museos de por medio.

El festival es un proyecto organizado por la Asociación Russafart e Imprevisual Gestión Cultural, Arístides Rosell es el coordinador general y lo codirige junto a la coordinadora artística Rebeka Catalá. Este loable evento horizontal y participativo incluye bares, restaurantes y comercios en los que se expone de manera puntual, deslocaliza los puntos de encuentro con el arte y con el coleccionismo. Un concierto de Afro-Jazz en su última jornada y un concurso de pintura rápida completan la experiencia, patrocinada, entre otros, por Cervezas Alhambra, el Ayuntamiento de València, la EMT y Caixa Popular.

Cuando trazamos una ruta por Russafart nos sorprendemos al acceder a un estudio en el que las obras se exponen alrededor de unos sofás con té y pastas, de una mesa con refrigerios o de un pequeño escenario en el que sucede una performance rodeada de herramientas. Fotografía, vídeo, escultura, también están ahí. No obstante en la presente edición notamos que abunda especialmente la pintura en pequeño y mediano formato, ¿por qué será? ¿Acaso la pintura se ha visto resentida por la proliferación de obras multimedia que tienen mejor acogida en instituciones y centros privados?

Por suerte iniciativas como esta hacen que el arte atraiga al público desde su raíz, desde donde nace, visita privilegiada que no siempre está a nuestro alcance. Observar el lugar de creación, los espacios en donde han sido ideadas las piezas y escuchar de viva voz a cada artista comentar cómo vive sus procesos es un auténtico lujo al que prestar atención. Recomendable un paseo por el taller Noema, Ártica, Wood Estudio, el taller Oriente, Estudio35, Nolich, La Jaula, El Altillo, los estudios de Elena Martí, Javier Calvo, Susana Do Santos, Ana Higueras, Marusela Granell, Miguel Ángel Aranda... Tres días parecen inabarcables pero todo es proponerse un mapeo y dejarse llevar por el encanto de una experiencia única en el fin de semana en que el barrio acentúa su carácter multicultural. Efímero y amable, el festival nos descubre detalles, espacios y personas con las que compartir.

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