Al igual que Tirso de Molina en el «burlador de Sevilla» y José Zorilla escribieron dos versiones del drama de D. Juan Tenorio, Santi Vila y Jordi Amat nos aportan en dos libros de fácil lectura sus vivencias e interpretaciones del «problema catalán», que existe en España desde finales del Siglo XIX. Cual Guadiana viene emergiendo temporalmente, siendo su emergencia, o bien en etapas de oligarquía liberal, como fue el régimen de la Restauración, o de plena democracia como han sido la II República, o nuestra actual Monarquía constitucional. En épocas de dictadura, como la de Primo de Rivera, o la más duradera y sangrienta del general Franco, no desaparece «el problema catalán», sino que se sumerge, para reaparecer más caudaloso en cuanto se restaura la democracia.
Santi Vila, en «Héroes y traidores» (Ed. Península) describe, como después de haber sido conseller con Mas primero, y luego con Puigdemont, el 26 de octubre de 2017 dimitió de conseller, antes que el Parlament proclamara la independencia catalana. Con esta dimisión se bajó del tren 5 minutos antes de la estación de término. Ésta caída del caballo paulina, en la percepción personal de Vila le hace suponer, que ha pasado de ser un referente del independentismo, a ser considerado como un traidor, lo que da nombre al título de libro.
Lo que tal vez fue un atisbo de lucidez a última hora, no le ha evitado ser procesado por el Supremo, y que la Fiscalía solicite para él 7 años de prisión. Tal vez el mayor interés de este libro es que nos permite conocer la «tripas» del procés. Como la madrugada del 26 de octubre el Consell decide convocar nuevas elecciones. Junqueras, no muy convencido de esta opción, le dice a Puigdemont que las convoque ya, a lo que éste le contesta «que las dos de la mañana no le parece una hora adecuada para convocar elecciones». A las dos de la tarde de ese mismo día, después de una tormentosa reunión del grupo parlamentario que Puigdemont presidía, Junts pel Si, y de oír entre la muchedumbre que se congregaba frente al Palau, para celebrar el Gran Día, gritos de «traidor», proclamó un simulacro de independencia catalana, guardándose en el bolsillo, el discurso de signo contrario, que ahí llevaba.
La obra de Vila está bien escrita, es breve, y abunda en citas culturales, algunas de signo contrario, lo que nos permite suponer que es una persona sujeta a una fuerte crisis ideológica.
Jordi Amat. Autor de varios libros y colaborador del diario de mayor tirada de Cataluña ha escrito La conjura de los irresponsables. ( Ed. Anagrama ). El libro de Amat está organizado en cuatro capítulos. El primero es «El punto ciego». Quizás lo más destacable de éste es que rescata del olvido la lucidez del senador de elección real, en el primer Senado (1977-1979), el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Pedrol Rius, En un artículo en un importante diario nacional, «El Tribunal Constitucional, ese preocupante supra-poder», Pedrol avisa que la probablemente necesaria ambigüedad de nuestro texto constitucional, otorgaba a la más alta Magistratura jurídica del Estado no sólo ser un órgano interpretativo de las leyes, sino de «facto» un órgano constituyente. Esa ambigüedad es particularmente notoria en su título octavo «De la organización territorial del territorio».
En el siguiente «Presentación» recuerda la conferencia del viejo Pujol en 1996, en esa época nadie sabía nada, o no quería saberlo de sus oscuras herencias familiares, en el Club Siglo XXI de Madrid, en la que en juiciosa advertencia señala «que una posible reforma del Estatut catalán correría el riesgo de una conflictividad, que queremos evitar». Sabe más el diablo por viejo, que por diablo.
El tercero es «Nudo. Los hechos ocurren en el año 2006. Tres personas de gran trascendencia pública en esos momentos quedan malparados: Maragall, Zapatero y Rajoy. El primero president del primer del Govern socialista catalán. El segundo presidente del Gobierno español. El tercero «líder» de la oposición en esos momentos. El libro describe con la agilidad y brevedad de un buen periodista los errores de los tres, que Cataluña y España están pagando hoy, con elevados intereses. El primero al querer ser más nacionalista que Convergencia, para ganar las elecciones catalanas. El segundo por su visión cortoplacista de los grandes problemas del Estado español. Y el tercero iniciando en Cádiz -lugar de gran valor simbólico del constitucionalismo español -una campaña de gran agitación populista por los pueblos y ciudades de España contra el proyecto de nuevo Estatut. Se podría resumir en que todos fueron culpables.
En la cuarta parte «Desenlace» narra hechos muy cercanos en el tiempo, y que considero innecesario resumir. Ambos libros son una buena fuente de información de lo que ha pasado en tierras catalanas en los últimos años. En mi opinión la obra de Amat aporta desde la distancia del observador, una visión más interesante de las raíces de esta cuestión, que ante el inminente proceso de numerosos líderes independentistas está llamado a que se siga hablando, y escribiendo de ella profusamente.
Resuelva lo que resuelva el Tribual Supremo, la política creo que debe tener presente, que tan equivocado es considerar a Cataluña una región española más, como pretender su independencia de una comunidad, en la que mejor o peor, según qué etapa histórica se priorice, llevan perteneciendo desde hace más de 5 siglos.
