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Entrevista

Gonzalo Suárez: "Siempre remo al viento y a la deriva"

"He vuelto a revivir recuerdos como si hubieran sucedido ayer, o como si volvieran a suceder cada vez que alguien los leyera»

Gonzalo Suárez: "Siempre remo al viento y a la deriva"

Gonzalo Suárez (Oviedo, 1934) echa a rodar su memoria en La musa intrusa. Un libro muy libre que hace un elegante y seductor travelling por un suculento plató combinado de recuerdos antes de pasar la ficción al primer plano.

P ¿La memoria siempre engaña?

R Engañe o no engañe, tiene la última palabra. He vuelto a revivir los recuerdos de La musa intrusa como si hubieran sucedido ayer. O como si volvieran a suceder cada vez que alguien los leyera.

P ¿Qué momento de su vida merece un primer plano sin pensarlo dos veces?

R Lo siento, lo he pensado más de dos veces: el día en el que Hélène y yo echamos a cara o cruz, desde París, si íbamos a Madrid o a Barcelona. No recuerdo si salió cara o cruz, pero acabamos 16 años en Barcelona y, durante esos años, fue la ciudad de nuestra vida. Allí nacieron nuestros cuatro hijos y el periodista Martín Girard. Allí se publicaron mis primeros libros y realicé mis primeras películas.

P ¿Qué es mejor, un buen epílogo o un mal prólogo?

R Un buen prólogo diario.

P ¿Alguna vez sintió que estaba perdiendo los remos?

R Siempre remo al viento y a la deriva, ya me conoces.

P ¿Era Peckinpah tan fiero como lo pintaban?

R Los fragmentos de las cartas que incluyo en La musa intrusa nos demuestran lo contrario. Esa fue la razón por la que decidí publicarlos.

P De haber salido adelante su guión sobre un King Kong albino, ¿habría tenido secuelas?

R En cualquier caso, tenía antecedentes: Copito de Nieve, el gorila blanco de Barcelona.

P ¿Tendría futuro Helenio Herrera en el fútbol actual?

R Al Barça no le hubiera pasado lo que le pasó con el Roma o con el Liverpool por falta de estrategia y carácter.

P ¿Cómo va el proyecto de convertir su novela «Doble Dos» en película?

R El proyecto va bien y está en manos de un joven y extraordinario productor, Felix Tusell. Pero, al parece, los ejecutivos de Antena 3 no quieren que lo dirija yo. Lo siento.

P ¿Se sintió como Hernán Cortés en su periplo mejicano reciente?

R No. Yo me identifico más con Bernal Díaz del Castillo y con Moctezuma en su faceta hamletiana.

P ¿Qué tiene Hamlet de usted, o viceversa?

R Con Hamlet no tengo sólo en común la duda antes de actuar, sino la consciencia de estar en un teatro y discernir los buenos de los malos actores.

P Si echara una partida de billar con el diablo, ¿quién haría trampas?

R La trampa del diablo consiste precisamente en hacerte creer que le engañas.

P ¿Se iría de parranda con algún político actual?

R Lamentablemente ha muerto. Me hubiera gustado volver a encontrarme con Rubalcaba, que pasó su último verano en Lledías (Llanes, Asturias) y nos vimos en La Folixa.

P «Vivimos en permanente estado de emergencia». ¿Sabe dónde está la salida de ídem?

R No.

P ¿Cuál es el último miedo que ha superado?

R No he superado ninguno. Ahí radica mi valor.

P Como buen conocedor de Barcelona, ¿todo esto del procès le suena comedia, a drama o a terror?

R Yo he conocido la Barcelona de los 60. Preferiría no pronunciarme sobre qué género cinematográfico correspondería a los acontecimientos actuales. En cualquier caso, se trata de una película inquietante.

P ¿Dios es una chica?

R Según mi nieto, sí. En el sueño que soñó, y que cito en La musa intrusa, Dios es una chica tan alta que no alcanzamos a verle la cara.

P Woody Allen podrá estrenar al fin su última película€ ¿Final feliz?

R No es ningún final. Hará muchas más películas y las veremos sin prejuicios.

P ¿Tiene muchos recuerdos que ya no le pertenecen?

R Tengo algunos recuerdos colgados en el perchero.

P Ser escritor o ser cineasta, ¿cuál es la cuestión?

R Soy una persona que escribe, hace cine y otras cosas. No me identifico con ninguna profesión.

P ¿El dolor ayuda a recordar?

R Cuando me duele una muela me acuerdo de mi dentista.

P Haga de doña Pepita, ¿el mundo se va al garete?

R La doña Pepita de La musa intrusa es una bruja clarividente, yo prefiero aventurarme a conocer de antemano el futuro.

P ¿A qué sueñan dormidos los que sueñan despiertos, como usted?

R Soñamos que volamos y que no nos caeremos al despertar.

P ¿Es bueno que la política y la épica sigan caminos opuestos? ¿La que tenemos en España tira más bien a la hípica?

R Me gusta la metáfora, te la compro.

P ¿La mirada de amor de un padre al final del libro es como el «Rosebud» que se desvelaba al final de «Ciudadano Kane»?

R Dicen que «Rosebud» era, en realidad, el nombre que Randolph Hearst daba al clítoris de Marion Daves. Por tanto, nada que ver con la mirada de mi padre.

P De usted dijeron que a veces es como una fiera enjaulada. ¿El tiempo ha limado sus garras?

R A cambio, tengo la llave de la jaula.

P Mirando hacia atrás€ ¿con o sin ira?

R Con un porcentaje de comprensión hacia los demás que me faltaba antes.

P Boxea a menudo con su sombra?

R Y me gana.

P ¿Se arrepiente de no haber tirado la toalla antes en algún combate?

R Nunca tiro la toalla. La necesito para ducharme después.

P ¿A qué huele Asturias en el país de su memoria?

R A hierba y a mar.

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