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Viñetas

Vicios modernos

La editorial Fulgencio Pimentel ha publicado a modo de catálogo un recopilatorio de los cómics de Ceesepe

Vicios modernos

Allá por los 70, el underground comiquero español bullía de actividad. Los fanzines eran auténticas expresiones de rebeldía contracultural que seguían el modelo americano de los Crumb y compañía, pero que en España añadían una componente fundamental de compromiso político contra una dictadura franquista que vivía sus últimos estertores y, también, de riesgo ante la represión y persecución que suponía su difusión. Es cierto que el centro creativo de aquel fanzinismo se encontraba en la Barcelona de los Mariscal, Nazario y Pepichek, en el Rrollo Enmascarado y toda la lista de publicaciones que se atrevía a pelear contra el orden establecido a golpe de sexo, drogas y rock'n'roll, pero en Madrid se iniciaba un movimiento paralelo que, si bien inicialmente tenía claras connivencias con el barcelonés, pronto encontraría personalidad propia para dar lugar un movimiento fundamental de la cultura de los 80: la recordada «movida madrileña».

Es posible que hablar de aquellos años implique pensar en los nombres de Pedro Almodóvar, Alaska, MADRIZ, La luna de Madrid, Ouka Le-Le o García Alíx, pero si dejamos volar nuestra memoria, las imágenes que llegarán primero serán las de los carteles de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, la portada del primer MADRIZ, los cómics del STAR€

Todas con un nombre en común: Ceesepe. El madrileño fue un artista precoz que con apenas 20 años utilizó el cómic como plataforma desde la que lanzarsea explorar todo tipo de vertientes artísticas, confeccionando un auténtico libro de estilo de la creación madrileña de finales de los 70 y primeros 80. Ya fuera desde los fanzines, desde las páginas de STAR, MADRIZ, La Luna de Madrid o El Víbora, los dibujos de Ceesepe se convirtieron en icono inmediato, que tendría repercusión más allá de la movida en el ARCO de 1984, donde las pinturas del autor madrileño fueron las más cotizadas. Por desgracia, su desaparición el año pasado dejó un hueco y una ausencia del necesario reconocimiento artístico que intenta resolver la completísima exposición comisariada por Elsa Fernández Santos que ha programado La Casa Encendida de Madrid. Una oportunidad que ha aprovechado la editorial Fulgencio Pimentel para publicar, a modo de catálogo, un impresionante recopilatorio de los cómics de Ceesepe. Los lectores de cómics somos adictos a ese aroma profundo y penetrante de la tinta recién impresa, pero la editorial riojana, que nos ha acostumbrado a ediciones exquisitas, ha logrado dar una vuelta de tuerca más consiguiendo que la edición de Vicios Modernos sea un auténtico espectáculo sensorial: desde esa textura de madera de las portadas (totalmente intencionada y con sentido, en absoluto una boutade) a una calidad de reproducción casi facsímil de las historietas del madrileño. El concepto de «Artist Edition» se queda atrás para que este libro solo pueda ser calificado como de declaración jurada de amor a Ceesepe. Una obra imprescindible que permite analizar la evolución del autor desde sus primeras historietas de adolescente hasta las peripecias de underground lisérgico de Slober, el personaje que le acompañó durante años, para desembocar en un personalísimo estilo gráfico que reescribía con modernidad el grabado y que desafió al blanco y negro de sus inicios con paletas vibrantes y coloridas que no se arredraban ante la estridencia cromática.

Pero más allá de su estilo, podemos comprobar la facilidad con la que las obras de Ceesepe integran la cultura popular, su pasión por la música o la omnipresente escenografía madrileña, convirtiéndose en testimonio dibujado de su época. Pero las historias de Ceesepe llegaron a ser mucho más: fueron reivindicaciones vehementes del drama pasional folletinesco, modernizado y actualizado a la realidad de la calle madrileña, que entroncaban con naturalidad con la música, la fotografía y el cine de sus compañeros. Un libro absolutamente necesario, un auténtico festín para los sentidos.

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