La radical intervención de la tecnología en todos los ámbitos de la vida ha dado lugar a no pocas tesis que apuntan a redefinir el ámbito de lo estrictamente humano expandiendo su condición hacia una nueva consciencia holística e integradora de todos los fenómenos vitales trascendiendo el ya arcaico antropocentrismo y sus derivaciones humanistas ya entendidas obsoletas. Y si la Cibernética en sus orígenes fue concebida como una extensión artificial de las capacidades humanas hoy es aceptada -consciente o inconscientemente- como un paso evolutivo integral que, aunque en ciernes, se anuncia irreversible en sus consecuencias ya fueren utópicas o distópicas. Con los procesos de producción fabril asimilados a su conversión digital, la creación artística se enfrenta a la revalorización estética que supone la transformación de la realidad y sus nuevos cánones. Más allá de la sola utilización de herramientas tecnológicas y de los estereotipos de Ciencia y Arte.
Planteada como una exploración de las nuevas categorías estéticas inherentes al pensamiento posthumanista que propone la integración de todos los reinos animados, esta singular exposición reúne a siete creadores (de otros siete países) cuyo trabajo encarna estos planteamientos a modo de bosquejos de un futuro próximo, que no obstante ya está aquí.
En un montaje general que tanto puede sugerir el ambiente de un laboratorio críptico a la mirada no especializada como a una exhibición de modelos de investigación prestos a su escrutinio, se impone la idea de la hibridación biotecnológica como la cara más evidente de lo que se avecina: así ocurre con la obra de pieles biosintéticas sometidas a cirugía por un brazo robótico de Marco Donarumma (Italia), los fragmentos escultóricos de Yvonne Roeb (Alemania) dispuestos cual hipotéticos testimonios de un futuro biológico superado, las futuristas formas de vida surgidas del desecho y la contaminación de Pinar Yoldas (Turquía) y Alan Warburton (Escocia), expresión de energías vitales alternativas y los prototipos antropomorfos experimentales en proceso de clonación de Renaud Marchand (Francia). Mención aparte, la especulación gráfica de Suzanne Treister (Reino Unido) que ironiza relacionando los efectos de los indicadores bursátiles sobre sus usuarios con la estimulación de drogas psicotrópicas y los videos de animación de Lu Yang (Japón) proyectados como espejos virtuales de sus propios estados de consciencia; ambas aludiendo a los mecanismos de estimulación controlada de la imagen publicitaria y la electrónica psicodélica.
Inteligencia Artificial, software, 3D, Zoextropía -rótulo que vincula el orden natural y otras categorías- compendia realidades posibles a la vez que testimonia el cruce de caminos entre el ánima y el algoritmo fabulando con desparpajo lúdico esta época de certidumbres materiales que es incerteza existencial.
