En las últimas dos décadas hemos asistido a la conclusión de proyectos galerísticos míticos en nuestra ciudad -Val i 30, La Nave (Theo), Lucas Espai, I Leonarte, Tomás March (Temple), Palau, Rosalía Sender€- y al inexorable cierre de sus puertas, y en este último año las de EspaiVisor y de otros con trayectorias menos longevas como los casos de 9, Paz y Comedias o Pepita Lumier, pero también hemos podido celebrar -en menor medida- la aparición de nuevas galerías, y galeristas, con diferentes modelos y propuestas. Entre las incorporaciones más recientes, Shiras ha irrumpido con fuerza en la escena artística valenciana.
Galería Shiras es el proyecto de Sara Joudi, su creadora y directora. De origen sirio, aunque fijó su residencia en nuestra tierra hace ya muchos años, desde muy joven persiguió satisfacer su curiosidad por el arte visitando museos y exposiciones, realizando estudios artísticos, coleccionando obra gráfica€ Alimentar esa curiosidad inicial derivó en pasión y, tras dedicar una etapa de su vida a la creación de sus propias obras como artista, finalmente decide en 2015 abrirse paso profesionalmente en el mundo del arte como galerista.
Ubicada en un local de la céntrica calle de Vilaragut, muy cerca de joyas de nuestro patrimonio como el Palacio del Marqués de Dos Aguas o la Abadía de San Martín, en uno de los enclaves más bellos de València, la sala de exposiciones está articulada en dos espacios: la Sala Principal, en la planta baja, en donde se desarrolla la programación expositiva más «convencional» y el Espai Refugi, en el sótano de esta antigua casa burguesa, refugio construido durante la Guerra Civil en el que la galería acoge proyectos site-specific y otros contenidos.
Entre las exposiciones realizadas en la Sala Principal, desde su inauguración en 2015, destacan las dedicadas a importantes artistas valencianos, de reconocido prestigio, como la que reunía una selección de esculturas (en bronce, acero o terracota), múltiples, fotografías, dibujos y acuarelas del siempre genial Miquel Navarro, complementada con una de sus características instalaciones de ciudades desplegada en el Espai Refugi, o las muestras de Rosa Torres, Rafael Calduch, Antoni Girbes, Francisco Sebastián Nicolau, Javier Chapa y Horacio Silva (en estos momentos presenta en la galería su segunda individual, Intro-versiones, comisariada por Fernando Castro Flórez). Han expuesto, también, otros artistas valencianos, o vinculados a nuestro panorama, de generaciones posteriores como José Saborit -pintor y poeta-, Guerrero Tonda, Silvia Lerín, Ana Vernia, Nuria Rodríguez, Toño Barreiro, Juan Fabuel, Carolina Valls o Juan Olivares. Muy destacada fue la exposición-diálogo entre dos artistas, Doble o nada, en la que Cuqui Guillén y Mavi Escamilla presentaban obras suyas recientes y una estupenda serie de papeles realizados «a cuatro manos». O la exposición Reflejos, comisariada por la artista Sheila Toledo, en la que, con el nexo de unión en la investigación y uso del vidrio en sus obras, se reunieron trabajos de artistas internacionales de diferentes países (Jens Gussek, Anna Herrgott, Masami Hirohata, Sheila Toledo, Jesse Magee, Christian Schultz, Susanne Kunkel y Verena Schatz). Y también las colectivas a través de las que ha ido incorporando a creadores más jóvenes como Alicia Torres o Samuel Nieto. Por el «pequeño» Espai Refugi han pasado interesantes proyectos y obras de Christine Bauer & Herbert Egger, Nieves Torralba, Josep Ginestar, Ricardo Escavy, y otras muestras más experimentales.
Además de programar entre los dos espacios una media de 7-8 exposiciones por temporada, la galería ha dedicado un importante esfuerzo a participar en ferias de arte y eventos a través de los que llegar a diferentes públicos con sus propuestas. En cuatro años de trayectoria ya ha participado en ferias como Art Madrid, Drawing Room y Estampa en Madrid, ArteSantander, Arte Marbella, Marte (Castelló), y fuera de nuestras fronteras en Art Paris y Milan Art Fair. En alguno de estos certámenes sus artistas han sido premiados con adquisición de obra por colecciones de arte como la Colección Navacerrada (a Nieves Torralba, en Drawing Room) o Vila-Real Assessors (a Ricardo Escavy, recientemente, en la feria de Castelló, Marte). Así mismo en el evento Abierto Valencia, organizado por la Asociación Valenciana de Galerías (LaVAC) al inicio de cada Temporada, la galería y sus artistas han sido premiados con adquisición por la Colección DKV en la edición de 2018 (Juan Fabuel) y por la revista MAKMA en 2019 (Carolina Valls). Otras importantes fundaciones y colecciones de arte como Hortensia Herrero, Kells, Castellano Comenge o Repsol han incorporado, recientemente, a sus fondos obras de los artistas que Shiras representa.
Pero a diferencia de otras galerías que «fían» -con más o menos éxito- sus resultados comerciales, principalmente, a la participación en ferias de arte, y si son «internacionales», mejor, Shiras -con énfasis lo defiende su propietaria, Sara- cree que es posible crear un tejido de nuevos compradores de arte y pequeños coleccionistas en nuestra ciudad que apuesten por galerías y propuestas como la suya. Desde hace mucho, ésta sigue siendo una de las asignaturas pendientes para quienes se han dedicado a estos menesteres. La incapacidad de consolidar un mercado del arte estable en nuestro territorio, pues si las compras y premios de museos y colecciones, o las ventas en certámenes internacionales son muy estimulantes, también lo es hacer caja, y amigos, más a menudo. Además de lo que significa para artistas y galeristas contar con el respaldo de sus conciudadanos.
Cuatro años para una galería son muchos o muy pocos -depende de cómo se mire-, pero podríamos afirmar que ha sido tiempo suficiente para que Shiras haya puesto sobre la mesa sus intenciones. Seguiremos, atentos, su evolución.
