Google tendrá que afrontar las consecuencias si insiste en violar las leyes y regulaciones de China, amenazó hoy Li Yizhong, ministro de Industria y Tecnología de la Información de China, al referirse a la amenaza del gigante informático de dejar de censurar contenidos en el país asiático.

"Es irresponsable y poco amistoso que Google insista en hacer algo que va contra las leyes de China y sus regulaciones, si lo hace, tendrá que afrontar las consecuencias", advirtió Li en rueda de prensa en el marco del plenario del Legislativo chino.

El funcionario declinó confirmar si su gobierno está manteniendo negociaciones con la multinacional estadounidense, al señalar que era una "pregunta difícil de responder".

Google amenazó en enero con abandonar sus negocios en chino (Google.cn) después de denunciar un ciberataque de "hackers" (piratas informáticos) chinos contra los correos privados de disidentes, periodistas y empresarios.

La multinacional acusó entonces a Pekín de estar implicado en estos ataques y puso como condición para quedarse que el régimen comunista deje de exigir que censure contenidos en China.

El Ministerio de Asuntos Exteriores reconoció ayer que mantenía un canal de comunicación con la multinacional, cuyo consejero delegado, Eric Schmidt, aseguró el miércoles que hay contactos y que espera "pronto" un resultado de esas negociaciones.

Dispuesto a abandonar China

Esta semana Google reiteró su decisión de dejar de censurar los resultados de nuestras búsquedas en China y aseguró que estaba "preparado" para abandonar el país si era esta la opción.

El ministro Li declaró que, si decide quedarse, su gobierno apoyará la expansión de los negocios y de la cuota de mercado de Google en China, que ha alcanzado un 30 por ciento desde su desembarco en la lengua local en 2007, ya que "beneficia el desarrollo" del país.

China cuenta con el mayor número de usuarios de internet del mundo, con 384 millones a finales de 2009.

Li agregó que, después de que Google expresara su descontento con las políticas censoras del régimen, "la multinacional tiene la libertad de irse o quedarse" y que, si decide lo segundo, "el sector de internet no se verá afectado por ello y seguirá desarrollándose rápidamente".

De momento, la firma que preside Schmidt continúa censurando contenidos en sus búsquedas en chino y a finales de febrero publicó una oferta para contratar a 40 profesionales para sus negocios en la República Popular.

La censura china, que se conoce entre los internautas como la "Gran Muralla de Internet" (en mandarín, "Fanghuo Changcheng", la Gran Muralla Cortafuegos), filtra y elimina en internet contenidos políticamente incorrectos para Pekín como las violaciones de derechos humanos, la corrupción, Tiananmen o el Tíbet.