Los mayores de 44 años corren el riesgo de caer en importantes desigualdades sociales ante lo que Vicent A. Querol define como una "minusvalía digital" en una sociedad cada vez más dependiente de las nuevas tecnologías.

Querol defendió el pasado 4 de junio en la Universitat Jaume I de Castellón (UJI) su tesis, en la que analiza los usos que los mayores de 44 años hacen de las nuevas tecnologías y muy especialmente de Internet, explorando el grado de penetración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) durante la primera década del siglo XXI y las formas de uso del ciberespacio por parte de las generaciones objeto de estudio, informó hoy la institución académica en un comunicado.

Apoyado en una explotación de los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tendencia muestra la exclusión de los más mayores al tiempo que el trabajo aparece como la vía prácticamente exclusiva de acceso a Internet y al ciberespacio.

De este modo, se vislumbra una contradicción. Mientras durante la última década se ha experimentado una expansión masiva de Internet se ha producido, al tiempo, un alejamiento de los mayores a una cantidad de servicios dispensados a través de la red. En consecuencia, concluye la tesis, para conseguir una ciudadanía plena, las generaciones de mayores de 44 años requerirían un manejo solvente de estas herramientas y, por supuesto, del acceso de los ciudadanos a las mismas, explicaron estas fuentes.

La tesis dirigida por Mercedes Alcañiz, del Departamento de Filosofía y Sociología de la UJI, y Luis Camarero, de la UNED, recoge también la influencia de las TIC en 11 usuarios mayores de 44 años. A través de 11 entrevistas semiestructuradas se muestra una visión transversal de la tecnología en sus vidas, pues aquí se recoge la incidencia en el trabajo, en la interacción personal o en sus prácticas ociosas. Aquí se ve cómo la influencia de la generación en la cual nacieron y se socializaron emerge en sus palabras y experiencias. Es así que estas generaciones escogen sus usos y valoran los límites del ciberespacio y ofrecen, al mismo tiempo, una visión crítica de la red o de la telefonía móvil.

El análisis desarrollado por Querol refuta los prejuicios sobre la capacidad de uso de las TIC por parte de los más mayores y, además, recoge prácticas innovadoras e imprevistas de algunas herramientas tecnológicas. Por otro lado, su posición anterior en la historia a la llegada masiva del ciberespacio contribuye a una perspectiva sobre la tecnología que aporta frescura y denuncia las múltiples rigideces de algunos de los dispositivos digitales.

La vida en las sociedades digitales precisa, tal como concluye el análisis de este trabajo, nuevas transiciones desde la edad adulta hacia el retiro. Querol afirma, en este sentido, que "las alternativas pasan por tender puentes hacia una nueva fase del ciclo vital distinta de la relación entre tecnología y trabajo, mirando hacia las nuevas motivaciones que permitan, concluida la etapa laboral, el derecho a una ciudadanía plena en estas sociedades digitales".