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Le Monde, uno de los periódicos más respetados de Francia, está a punto de perder su independencia, ya que la creciente bajada de los ingresos le obliga a buscar un inversor externo.

El grupo se encuentra en pleno proceso de recapitalización y ha puesto en venta la mayoría de las acciones, que desde hace sesenta años están en manos de los periodistas de la casa.

En una carta dirigida a los lectores, el presidente de Le Monde, Eric Fottorino, informó ayer de que el grupo escogerá antes de mediados de junio su socio mayoritario. El grupo espera recibir ofertas en firme en los próximos días de los pretendientes, entre los que se encuentra el grupo Prisa.

Fottorino asegura que la perspectiva del grupo editorial es «menos negra que hace dos años, cuando el diario estaba en peligro». En 2009, Le Monde obtuvo un resultado operativo de 2 millones de euros.

El grupo propietario de cabeceras como Le Monde, La Vie, Télerama o Courrier International ya empezó un proceso de recapitalización cuando Fottorino cogió las riendas en 2008.

El objetivo de la dirección ha sido sanear las cuentas para afrontar los desafíos financieros que impone «la crisis aguda del mercado publicitario», señala Fottorino en la portada del diario de referencia en Francia. Le Monde atravesó ya por un plan social traumático que se tradujo en 130 despidos, entre ellos 70 periodistas. También se desprendió de cabeceras deficitarias, como Cahiers du Cinéma.

Entre los grupos que podrían «salvar» al prestigioso periódico destacan Le Nouvel Observateur francés, el suizo Ringier, el italiano Espresso que edita La Repubblica, o el español Prisa.