¿Cómo ha llevado el cambio de registro interpretando esta temporada a un enfermero?
Da igual que seas enfermero o lo que tengas que ser, te pones el disfraz, tanto para mí como para el personaje en este caso, y te enfrentas a las situaciones.
¿Cómo es interpretar a alguien que finge interpretar a otra persona?
En las escenas tienes que buscar la verdad y hacerlo con la mayor credibilidad posible. Son personas que tienes que disimular ante ellas, comportarte de una manera positiva, y que nadie sospeche nada, pasar desapercibido.
¿Les han asesorado especialistas?
Es que mi personaje no tiene mucha relación en sí con la enfermería, como sucede en otras series con hospitales, no tengo que conectar un montón de palabras raras porque a Víctor no le toca. Hay muy pocas escenas de quirófano en las que realmente hago de enfermero, pero hay una asistente que nos ayuda y nos indica la ruta que tenemos que seguir en las escenas. Por ejemplo, en una escena tenía que romper una capsula y rellenar una jeringuilla y ponerla en una vía, ella me indicó como hacerlo correctamente.
¿Cuándo conocen los actores el desenlace de la serie?
En tu casa leyendo (risas). Conocemos el final de la serie cuando te sientas en el sofá de tu casa, lees el guión y dices: «joe, ¡pero si me matan y no me han dicho nada!» (risas). Es divertido porque estas todo el rato con los compañeros investigando, a ver si el que es culpable lo sabe y a ver si le pillo… Pero creo que ni el malo o la mala lo saben.
¿Cómo es trabajar con actores como Concha Velasco, Lluís Homar, Gonzalo de Castro…?
Tenemos una maravilla de reparto y eso hace que sea todo más cómodo y más fácil. Ellos te dan todo lo que necesitas, son muy receptivos y muy grandes, estoy aprendiendo un montón con todos ellos.
¿Recuerda alguna anécdota del rodaje esta temporada?
En una escena en la que tenía que bajar por el hueco de un ascensor intenté hacerlo más realista y bajé los nueve pisos de altura a pulso, de verdad, sin ayuda de la cuerda, que sólo la tenía por seguridad. Eso sí, me dejé las manos (risas).
«El Internado», «Gran Hotel», «Bajo sospecha»… ¿se le puede considerar un «chico Atresmedia»?
(Risas) Teniendo en cuenta que casi todas las series que he hecho en mi trayectoria han sido para Antena 3, si no hubiera sido por ellos ahora mismo no sé dónde estaría. Ojalá trabajemos muchos más años juntos.
¿En qué ha cambiado en todos estos años?
Por suerte, desde que empecé mi carrera en SMS siempre he enganchado un trabajo con otro y hasta el día de hoy realmente no he tenido que ir tocando ninguna puerta ya que el trabajo, gracias a la constancia, viene, y que siga así (risas).
¿Cómo es no parar de enlazar un proyecto con otro?
Ya hemos acabado la grabación de Bajo sospecha y ahora tengo otro proyecto para agosto, una serie también para Antena 3, pero sí que hay meses de parón entre los proyectos.
¿Cómo se toma un actor la renovación de su serie por una nueva temporada?
Es más fácil porque ya conoces la composición del personaje y el público la ha probado. En la segunda temporada ha consistido en retomar el personaje que he construido y las relaciones que estaban marcadas de la anterior, como lo de mi padre, intentando darle una evolución a las relaciones. Eso sí, al ser una serie de acción va todo muy rápido.
