Anna es una inmigrante húngara y Pascual, un extranjero de su propia vida; ambos cruzan sus caminos para entender lo que realmente les importa. Este es el punto de partida de En la ciudad sin brújula, el primer largometraje del director italovenezolano Antonio Savinelli. La obra es «un punto de encuentro de dos extranjeros que han perdido el rumbo hacia sus sueños», dice su director.

El largometraje, que se proyectará mañana en los Cines Babel a las 20.30 horas, se filmó en València y Chera, «gracias al apoyo de las personas que trabajaron en la película y una campaña de crowdfunding en la que participaron 150 mecenas», recuerda Savinelli.

En la ciudad sin brújula también hay lugar para reflexionar sobre inmigración, la pertenencia, la renuncia y la soledad. «Dentro del contexto actual se confronta lo urbano con lo rural y lo local con lo extranjero. Es una historia realista y positiva», como la define su creador.

Pascual es un hombre «de pueblo» que viaja a València para realizar unas gestiones tras el fallecimiento de su padre. Anna es húngara y trabaja en un hotel para mantener a su hijo que está en Hungría. Son vecinos y comparten el mismo contador de luz. Esta situación hace que Pascual y Anna se conozcan e inicien una relación que les ayudará a encontrar el norte y tomar decisiones importantes en sus vidas.

Estará en À Punt

La película ha obtenido diversos reconocimientos como el Primer Premio en el Festival de Thessaloniki en Grecia (en la sección Work in Progress), el Premio al Micromecenazgo en el Festival Acicom de València y sección oficial en el Festival Internacional Figueira da Foz en Portugal y El ojo cojo en Madrid. Además, avanza su director, la nueva autonómica televisión valenciana, À Punt, ha adquirido los derechos de emisión por diez años.

La película está protagonizada por Javier Mejía y Agnes Kiraly. Mejía ha trabajado en Teresa el Cuerpo de Cristo, Alatriste, «El secreto de Puente Viejo» o «Ciegas a citas». Por su parte, Kiraly ha participado en producciones como «Ángel o Demonio», «Sin tetas no hay paraíso», «La que se avecina» o «Aída».