La campaña electoral del 20D de 2015 fue la de la aparición estelar de los candidatos en programas de entretenimiento. Irrepetibles las intimidades confesadas por Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias a María Teresa Campos en su desaparecido «Qué tiempo tan feliz». El líder de Podemos le cantaba una tierna nana confirmando su destreza con la guitarra mostrada unas semanas antes a Pablo Motos en «El Hormiguero», consiguiéndole su mejor cuota de pantalla en diez años. Rajoy impresionaba a Bertín Osborne en el sofá de «En la tuya o en la mía», todavía en La 1 de TVE. En «Planeta Calleja», el presidente de Ciudadanos se puso el mono de copiloto de rally y acabó dando vueltas de campana; Soraya Sáenz de Santamaría hizo de peregrina y montó en globo. Pero el pionero en estas lides fue Sánchez, quien había demostrado su buena forma descendiendo de un aerogenerador de 70 metros de altura y escalando el Peñón de Ifach en diciembre de 2014. El entonces secretario general del PSOE le decía a Calleja que no hay ningún reto imposible tras superar aquellas pruebas a pesar de su vértigo. De los momentos con arneses surgiría una entrañable amistad que ha llevado al aventurero a la presentación del libro del ahora presidente del Gobierno, un «Manual de resistencia» que encaja con la filosofía del programa de Cuatro.

La tercera en el escenario, Mercedes Milá, explicó su papel allí por la conexión Calleja, su condición de librera y catalana agradecida por los intentos de diálogo del jefe del Ejecutivo con los independentistas. A la periodista le ha gustado la obra, haya sido escrito a dos o cuatro manos, porque ni oculta ni calla negociaciones que sirven como ejemplos a la hora de tomar decisiones, «ilumina el camino a las elecciones». Siendo ella como es, acabó comentando que Albert Rivera está «en otro mundo», enamorado de «la Malú», el cotilleo publicado en la revista Semana del que todo el mundo habla, recogido con amplitud por los diarios más serios. La posibilidad de ver a la cantante como Primera Dama ha excitado la otra campaña fuera de mítines y discursos, porque como dijo Milá, los factores humanos son importantísimos. Y en esto «Pedro el Guapo» se aplica de lo lindo, escuchando a sus sabios asesores de imagen; algunas veces llegando al exceso, como cuando emuló a Tom Cruise/Maverick con sus gafas de sol en el Falcon.

No puede sorprender, por tanto, que el líder socialista haya ignorado a intelectuales y expresidentes para presentar su libro escogiendo a dos rostros televisivos. Como recuerda en estas memorias parciales, fue él quien se atrevió a intervenir en directo en los infiernos de «Sálvame» para convencer a Jorge Javier Vázquez de que volviera a votar al PSOE. Entretenidos estaremos con estos dos meses de programación especial de política-espectáculo que nos esperan hasta el 28 de abril.