Barricadas en llamas, lanzamiento de piedras, encapuchados, persecuciones, sirenas de policías y bomberos, periodistas con cascos, porrazos y hasta una tanqueta para tirar agua a presión solo utilizada antes para quitar nieve que resultó decepcionante. Imágenes impactantes en las calles catalanas que han acaparado el tiempo de los programas informativos y eclipsado el análisis sosegado de la sentencia del Tribunal Supremo y las movilizaciones de la gent de pau.

La televisión adora estas escenas porque hipnotizan a los espectadores, enganchados, un día detrás de otro. Podría suponerse que después de una semana viendo lo mismo, el interés decaería un viernes por la noche. Pero no. Mediaset fue el único grupo que obvió a Cataluña en el prime time y, aunque ganó el día, perdió esa franja. El especial nocturno de «Al Rojo Vivo» fue lo más visto con casi dos millones de seguidores, por encima del «Volverte a Ver» de Telecinco. La Sexta fue la segunda cadena preferida de la jornada.

En La 1 también pudieron verse las escaramuzas entre radicales independentistas y las fuerzas de seguridad, conducidas por la voz de Carlos Franganillo dando paso a los directos de los periodistas. Esta opción, con apenas presencia del presentador, sin opinión, fue la menos elegida. Las formas del infoentretenimiento han calado en el personal y seduce más el relato apasionado de la incendiaria situación.

Las horas de directos han conseguido levantar las audiencias del «Telediario 2», «Espejo Público», «Cuatro al día» y «Todo es mentira», y han llevado a récords de temporada a «Al Rojo Vivo», «Más Vale Tarde», «El Intermedio» y las dos ediciones de «La Sexta Noticias». Datos y más datos que prueban que una de las fortalezas de la televisión en abierto es su programación informativa, obviamente, más si cabe, en momentos de alta tensión y espectáculo en vivo. Una oferta que, por el momento, no existe en las plataformas que tanto gustan a Isabel Díaz Ayuso, a la que le sobran las televisiones públicas. Una oferta que también puede ser tildada de exagerada y sensacionalista. Uno de los reporteros del especial de Antena 3 del viernes contaba desde Tarragona que se encontraba en un momento de confusión; allí no pasaba nada, buscaba a los violentos que habían sido dispersados por la policía, a los que actúan frente a las cámaras. Es el regodeo en el conflicto de unos y otros.