La ascendencia de la estepa en composición genética europea contemporánea ha contribuido a una constitución fuerte, con una estatura alta y una mayor circunferencia de la cadera y la cintura, pero también a un mayor nivel de colesterol en la sangre, según un estudio.

Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Tartu, en Estonia y de la Universidad de Turín y la Universidad de Padua, ambas en Italia, describe detalladamente el impacto de las migraciones antiguas en algunos rasgos complejos, principalmente la fisiología y la apariencia, de los europeos contemporáneos. El nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Current Biology, fue dirigido por los especialistas Davide Marnetto y Luca Pagani.

Según una nota de prensa, la composición genética europea contemporánea tomó forma en los últimos 8.000 años, cuando los grupos cazadores-recolectores occidentales se mezclaron con los agricultores neolíticos de Anatolia y los pastores esteparios. Dicho encuentro combinó variantes genéticas con diferentes historias evolutivas, dando inicio al proceso que derivó en la constitución de los europeos contemporáneos. A esto se sumaron nuevos desafíos ambientales, que debieron enfrentar los europeos posteriores al Neolítico y dieron lugar a novedosas adaptaciones.

Entrelazamiento genético

Estas poblaciones estuvieron separadas durante miles de años, evolucionando en diferentes direcciones. Con posterioridad a su encuentro, su ADN entró en contacto y las variantes genéticas que caracterizaban a cada uno de los pueblos por separado se entremezclaron. Por consiguiente, las comunidades fueron mutando poco a poco hasta dar forma a esa “mezcla” particular que caracteriza a los europeos contemporáneos.

De acuerdo a la información contenida en genomas antiguos, diferentes estudios previos describieron algunos rasgos biológicos de las poblaciones de origen, evidenciando las fuerzas de selección natural que actúan sobre rasgos como la altura, la pigmentación de la piel, los ojos o el cabello de los individuos. Todos estos datos son básicos para reconocer la ascendencia de cada población, que aún puede verse en las distintas comunidades europeas, aunque se hayan “contaminado” con otras ascendencias.

En cambio, el nuevo estudio explora cómo la fisiología y la apariencia de los europeos contemporáneos están influenciadas por estas antiguas huellas, que aún están incrustadas en sus genomas. En otras palabras, se intenta revelar en qué grado cada ascendencia ha hecho su aporte para conformar finalmente al europeo contemporáneo, marcando a fuego sus principales características en cuanto a apariencia y rasgos de salud.

Genética y ambiente: una influencia conjunta

Los resultados muestran que las poblaciones antiguas que formaron a los europeos actuales se diferenciaron lo suficiente como para contribuir con su propia “firma” a la fisiología y aspecto de los individuos contemporáneos. Por ejemplo, la ascendencia de la estepa ha marcado una constitución corporal sólida, una mayor estatura, caderas y cinturas más amplias y, al mismo tiempo, una elevación en los niveles de colesterol en sangre. 

En tanto, la ascendencia cazadora-recolectora parece estar relacionada con un mayor índice de masa corporal (IMC), mientras que los genes de los pueblos de Anatolia se aprecian en aspectos como una relación cintura-cadera reducida y una frecuencia cardíaca más baja, entre otras características. El estudio se basa en rasgos genéticos analizados de más de 50.000 individuos. Sin embargo, los científicos destacaron que no solo importa cuánto de cierta ascendencia tiene en su genoma un individuo, sino dónde y qué genes contribuyeron a esta ascendencia.

En otras palabras, no se deben interpretar los patrones de rasgos en toda Europa solo como la abundancia de una u otra ascendencia, sin previamente tener en cuenta el entorno y otras fuerzas evolutivas que influyen fuertemente. Por último, los investigadores destacaron que es imprescindible obtener datos similares de otras partes del mundo, para mejorar nuestra comprensión sobre cómo la historia humana pasada dio forma a la variabilidad de rasgos que son evidentes en los individuos contemporáneos.

Referencia

Ancestral genomic contributions to complex traits in contemporary Europeans. Davide Marnetto et al. Current Biology (2022). DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2022.01.046