Al igual que ocurrió al principio de los tiempos humanos, los mejillones cultivados en las mismas costas que alimentaron a las primeras migraciones de nuestra especie, pueden salvar a la humanidad de su extinción ante una eventual crisis alimentaria global.

Los mejillones podrían salvar a la humanidad de su extinción por segunda vez, según plantea Xabier Irigoien, director científico de AZTI, el centro científico y tecnológico que forma parte del Basque Research & Technology Alliance (BRTA).

En un artículo publicado en la revista Mapping Ignorance, editada por la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco, Irigoien recuerda que, hace entre 200 y 150.000 años, una incipiente humanidad luchaba con las condiciones climáticas en su tierra de origen, África.

También evoca que los humanos modernos sobrevivieron a una larga era glacial en refugios costeros alimentándose de moluscos, entre ellos los mejillones, así como que la migración posterior fuera de África siguió a su vez la línea de costa, donde había abundancia de moluscos.

Añade que la dieta de los mariscos se considera que fue clave para la evolución de los humanos modernos y de sus cerebros desproporcionados, algo que ocurrió justo en ese momento de la incipiente historia humana.

Paralelismos

Irigoien traza un paralelismo entre aquellos momentos y los que la humanidad atraviesa actualmente, ya que en 2050 se enfrentará a un calentamiento global que pondrá en peligro la producción de alimentos en diferentes regiones del mundo.

Esta hipotética y probable situación crítica plantea cuatro desafíos clave de la seguridad alimentaria, señala Irigoien: disponibilidad, acceso, nutrición y estabilidad.

Irigoien explica en su artículo las dificultades que tiene nuestra producción alimentaria actual para cumplir con todos esos requisitos, señalando que, cara al futuro, el acceso a los alimentos es el verdadero cuello de botella al que nos enfrentamos.

Y mantiene que será difícil que las alternativas alimentarias que se están desarrollando, como la acuicultura o la avicultura, respondan en el futuro a las necesidades integrales de la alimentación humana.

Omega 3, la clave

Detalla un aspecto interesante: entre los alimentos necesarios para una dieta completa figuran los ácidos grasos Omega 3, esenciales para el desarrollo y funcionamiento de nuestro cerebro y sistema nervioso.

Ahora bien, razona Irigoien, la principal fuente de estos ácidos grasos de cadena larga son los alimentos acuáticos, porque son sintetizados por microalgas y acumulados a lo largo de la cadena alimentaria.

Los niveles de ácidos grasos en pescados y mariscos son de 2,5 a 100 veces más altos que en las carnes magras terrestres, añadiendo que esta es la razón por la cual el pescado es importante en la dieta humana.

Aclara Irigoien al respecto que la conversión de los ácidos grasos poliinsaturados que aportan las plantas terrestres es mucho más ineficiente, y que las mejores fuentes directas terrestres son los huevos de ave, los sesos y tuétanos de animales, la carne y finalmente los frutos secos y las semillas oleaginosas, que no aportan los ácidos grasos esenciales, sino los precursores que nuestro organismo puede utilizar.

Mejor mejillones

Destaca también que, en términos de emisiones de CO2, los mejillones tienen las emisiones por gramo de proteína comestible más bajas de cualquier producción animal.

Añade que el cultivo de mejillones es tecnológicamente simple, y no requiere mucho capital, especificando además que estos moluscos solo necesitan espacio y aguas ricas en fitoplancton para crecer.

Concluye que los mejillones son una fuente de proteínas y ácidos grasos esenciales que deberán completar cualquier otra dieta, vegana, de carne cultivada, de insectos o de lo que sea, ya que los ácidos grasos Omega3 que aportan estos moluscos son necesarios para mantener nuestro funcionamiento cerebral.

Vuelta a empezar

Aclara no obstante que los mejillones, por sí solos, no “salvarán” a la humanidad, ya que el suministro de alimentos requerirá la combinación de diferentes enfoques en diferentes regiones.

Y como todo el planeta requerirá ácidos grasos esenciales en caso de crisis alimentaria global, la mitilicultura en las zonas costeras del Este de África, como ocurrió al principio de la historia humana, puede proporcionar una vez más a la humanidad los nutrientes esenciales que necesitará pronto, concluye Irigoien.

Referencia

Could Mussels Save Humanity, again? Xabier Irigoien, Scientific Director at AZTI – BRTA. Mapping Ignorance, January 17, 2022.