El análisis del ADN antiguo permitió descubrir detalles de los cambios ocurridos hace 50.000 años en África, que explicarían cómo evolucionaron los humanos que se quedaron en el continente luego de la expansión del Homo sapiens hacia otras partes del planeta. En ese momento, casi al mismo tiempo que las personas comenzaron a mudarse a lugares tan distantes como Australia, una serie de cambios socioculturales modificaron notablemente la vida humana.

Una investigación realizada por un grupo internacional de científicos ha logrado obtener la primera evidencia genética de cambios demográficos y culturales importantes entre las poblaciones humanas de cazadores-recolectores en el este y centro-sur de África, durante la última Edad de Hielo. Según el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Nature, el análisis incluye el ADN más antiguo extraído de restos humanos en África.

Los científicos pudieron demostrar que las personas se movían y elegían a sus parejas reproductivas a lo largo de complejas redes sociales que se extendían por toda África hace entre 80.000 y 20.000 años. Sin embargo, 50.000 años atrás una serie de cambios más profundos y notorios coincidieron con los movimientos migratorios que llevaron a los humanos a salir de África y extenderse por todo el planeta. 

Migraciones y cambios

De acuerdo a un artículo publicado en The Conversation, ese cambio más generalizado ocurrió casi al mismo tiempo que las personas comenzaron a trasladarse hacia otros continentes, llegando hasta la actual Oceanía. Surgieron nuevos tipos de herramientas de piedra y hueso que se usaban cotidianamente, por ejemplo. Además, la fabricación e intercambio de collares realizados con cáscaras de huevo de avestruz se hizo habitual. Al mismo tiempo, un aumento en el pigmento ocre identificado en los sitios arqueológicos sugiere una mayor expresión cultural mediante el arte rupestre.

En consecuencia, los antropólogos creen que aunque la innovación más temprana en cuanto a adornos personales y ropa tuvo lugar en África hace 130.000 años, fue exactamente 50.000 años atrás cuando comenzó a registrarse un aumento general en la complejidad y diversidad de los objetos creados por el hombre. Precisamente, los datos genéticos obtenidos mediante la nueva investigación confirman las características de este cambio sociocultural, ya que al observarse una rica mezcla genética en los restos analizados queda en evidencia que la gente realmente se movía a lo largo de grandes extensiones, intercambiando sus genes e ideas.

Video: el ADN antiguo ofrece a los científicos la posibilidad de descubrir los cambios sociales ocurridos en África hace 50.000 años, que marcaron a fuego la evolución humana. Créditos: Yale University / YouTube.

Datos genéticos y prácticas culturales

Según una nota de prensa de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, uno de los centros académicos que participó del estudio, los hallazgos indican que los pueblos recolectores compartían conexiones genéticas en una región que se extiende por miles de kilómetros, concretamente desde Etiopía hasta Sudáfrica, e incluso hasta la selva tropical de África central. 

Los investigadores analizaron el ADN de 34 individuos antiguos, buscando entender las relaciones ancestrales de las personas que vivieron en el África subsahariana en ese momento de la historia. Vale destacar que los tres esqueletos más antiguos, dos excavados en Malawi y uno en Tanzania, datan de entre 14.000 y 18.000 años: se trata del ADN humano más antiguo recuperado en África hasta la fecha. Es importante recordar que África es la cuna de la humanidad: todos los cambios socioculturales que marcaron el destino del ser humano se iniciaron en ese continente. Por lo tanto, cada persona viva en el planeta desciende de los humanos que vivieron como cazadores-recolectores en África. 

El ADN antiguo es aquel ADN (ácido desoxirribonucleico) aislado de especímenes arcaicos. Gracias a nuevas técnicas es posible recuperar esa información genética proveniente de muestras biológicas antiguas. Al combinarse con los restos de producciones culturales como herramientas o adornos y otras expresiones como el arte rupestre, los datos genéticos permiten reconstruir con mayor detalle las formas de vida y las prácticas sociales de las comunidades humanas antiguas. 

Referencia

Ancient DNA and deep population structure in sub-Saharan African foragers. Lipson, M., Sawchuk, E.A., Thompson, J.C. et al. Nature (2022). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-022-04430-9