Una nueva teoría en torno a los primeros 500 millones de años de la Tierra indica que nuestro planeta pasó de ser una bola de fuego a una esfera repleta de vida gracias a rocas "extrañas" que interactuaron con el agua de mar de la manera correcta, para impulsar la existencia de materia biológica.

Investigadores de la Universidad de Yale y el Instituto Tecnológico de California, en Estados Unidos, han desarrollado una sugerente teoría que podría explicar no solo cómo la Tierra se volvió habitable, sino también por qué surgió la vida en nuestro planeta. Los científicos creen que durante los primeros 500 millones de años de la Tierra existieron rocas con características distintas a las actuales, que propiciaron la eliminación del carbono atmosférico excesivo e interactuaron con el agua de mar para generar hidrógeno, vital para que surgieran biomoléculas. 

Los cambios en la Tierra primitiva

El denominado eón Hadeano se inicia en el momento en que se formó la Tierra, hace unos 4.567 millones de años, y termina hace 4.000 millones de años, cuando comienza el eón Arcaico. Es quizás el período más enigmático de nuestro planeta, porque durante esos 567 millones de años la Tierra pasó de ser un planeta inviable para la vida a convertirse en el hogar de múltiples y variadas especies, entre ellas el ser humano. 

De acuerdo a una nota de prensa, los investigadores estadounidenses sostienen que la Tierra primitiva estaba cubierta con rocas que actualmente no existen en el planeta. Estas rocas se habrían enriquecido con un mineral llamado piroxeno, y probablemente tenían un color verdoso oscuro. Como poseían grandes concentraciones de magnesio, en un nivel que rara vez se observa en las rocas actuales, captaron una parte importante de las enormes acumulaciones de dióxido de carbono que existían en ese momento en la atmósfera de la Tierra.

Se sabe que la Tierra comenzó su historia con una atmósfera muy parecida a la del planeta Venus, esto significa que sus cielos estaban repletos de dióxido de carbono, con más de 100.000 veces el nivel actual de carbono atmosférico. Además, la temperatura de su superficie superaba los 200 grados Celsius. En esas condiciones, la vida no habría podido formarse y mucho menos mantenerse a lo largo del tiempo. 

Un nuevo planeta

Sin embargo, las rocas “extrañas” que menciona el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Nature, no solo habrían “limpiado” el dióxido de carbono excesivo de la atmósfera, sino que además habrían interactuado con el agua de mar para generar un gran flujo de hidrógeno, un gas trascendental para la vida. El efecto sería similar al observado en un respiradero termal moderno de aguas profundas, llamado campo hidrotermal de Ciudad Perdida, ubicado en el Océano Atlántico: este ambiente se ha convertido en un lugar privilegiado para investigar el origen de la vida en la Tierra.

En resumen, todas estas condiciones indicadas por los científicos habrían hecho posible que la tasa de captación de carbono atmosférico fuera 10 veces más rápida de lo que sería posible con las rocas que dominan el manto terrestre en la actualidad. Eso explicaría por qué las características del planeta habrían cambiado radicalmente en solo 160 millones de años

De esta manera, la investigación liderada por Yoshinori Miyazaki logra explicar cómo un manto hidratado con heterogeneidad química, creado a partir de la solidificación del océano de magma previo, fue la clave para la formación en la Tierra de los océanos que hoy conocemos, el inicio de la tectónica de placas y la rápida eliminación de los gases de efecto invernadero. Todos estos puntos son esenciales para crear un ambiente habitable en los planetas terrestres.

Referencia

A wet heterogeneous mantle creates a habitable world in the Hadean. Yoshinori Miyazaki et al. Nature (2022). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-021-04371-9