Nuevas expediciones han descubierto enormes flujos de metano en los mares de Siberia Oriental y en el Mar de Laptev, ampliando los flujos de metano que fluyen frente a las costas, mientras el calentamiento del Ártico sigue disparado.

Nuevas expediciones han descubierto numerosas zonas de flujo de metano burbujeante en la plataforma del Mar de Laptev (que se extiende por la costa oriental de Siberia, península de Taimir, la Tierra del Norte y las islas de Nueva Siberia) y en el Mar de Siberia Oriental, un mar marginal del océano Ártico. Los investigadores creen que estos flujos de metano potencian el calentamiento del Ártico, según explican en un estudio publicado en la revista Marine and Petroleum Geology.

Estas expediciones revelaron nuevas y grandes filtraciones de metano en los mares de Siberia Oriental y de Laptev, con flujos burbujeantes de metano en las áreas de filtración que se elevan a través de una columna de agua de 45 m de espesor y alcanzan la superficie del mar, según se informa en un comunicado.

Los datos de la investigación muestran que el Mar de Siberia Oriental, el Mar de Laptev y el Mar de Kara (un sector del océano Glacial Ártico localizado al norte de Siberia), tienen capas de sedimentos superiores descongeladas (sin hielo).

Sedimentos sin hielo

Los sedimentos no tienen hielo porque sus temperaturas in situ están al menos 0,6 °С por encima del punto de congelación. La diferencia entre la temperatura in situ y el punto de congelación es mayor en el talud continental del Mar de Laptev (hasta 2,5 °С) y en la plataforma interior, expuesta al efecto de las columnas de calor de los grandes ríos. El agua salada del mar se mezcla allí con el agua dulce del río, la salinidad del agua del mar disminuye y su punto de congelación aumenta, explican los investigadores.

Este efecto puede conducir a un calentamiento de hasta 3°C del agua cercana al fondo y de los sedimentos superficiales en las aguas poco profundas de la plataforma del Mar de Siberia Oriental, advierten los investigadores, que tomaron muestras de sedimentos del fondo en 110 sitios.

Además, los datos multianuales obtenidos por todas las estaciones muestran que, en la zona cercana a la costa, la temperatura media anual del agua del fondo ha aumentado 0,5°C durante 1999–2012, mientras que en verano este aumento alcanza >1°C. Los investigadores creen que este calentamiento del agua puede deberse a la creciente descarga del río Lena, uno de los principales ríos del norte de Eurasia.

Buque de investigación Akademik Mstislav Keldysh (Rusia). Instituto Shirshov de Oceanología (Academia Rusa de Ciencias).

No solo temperaturas

Los autores de estas expediciones descubrieron asimismo que las anomalías del metano no siempre van acompañadas de temperaturas más altas en los sedimentos del fondo, lo que indica que el fenómeno es más complejo.

Aunque se encontraron anomalías de metano en parches de sedimentos de fondo más cálidos en la plataforma norte de Laptev, no hubo aumentos de temperatura en las áreas de filtración masiva de metano en la plataforma de Siberia Oriental.

Los investigadores atribuyen esto al mayor espesor del permafrost submarino y a las edades más jóvenes de las filtraciones, dos factores que también influyen en los flujos de metano.

La plataforma del Ártico de Siberia Oriental contiene aproximadamente el 80% del permafrost submarino de la Tierra y dispone de enormes reservas de hidratos de metano (CH 4), que son moléculas de metano contenidas en estructuras de moléculas de agua.

Bajo condiciones de presión y temperatura que existen en el talud continental y en las regiones polares (permafrost), esas moléculas se convierten en sustancias sólidas cristalinas (hielos de metano).

También salinidad

La estabilidad de estos hidratos para que el metano no escape a la atmósfera depende del estado del permafrost submarino, principalmente de la temperatura y de la salinidad en el sistema.

La cuestión es que el estado térmico del permafrost submarino ahora se acerca, y en algunas regiones ya ha alcanzado, el punto de fusión. Estos procesos han llevado a una mayor liberación de metano de los hidratos desestabilizados a la atmósfera, señalan los investigadores.

En 2010, los científicos descubrieron además que los depósitos de metano congelado en el Océano Ártico habían comenzado a liberarse en una gran área del talud continental frente a la costa de Siberia Oriental.

Los autores de la nueva investigación revelan que este proceso se ha potenciado en los últimos años y piensan que la tasa de calentamiento en el Ártico ha sido causada por la reducción de la superficie ocupada y del grosor del hielo del Océano Ártico, de la capa de hielo de Groenlandia y de otros glaciares insulares.

Calentamiento galopante

El calentamiento global es una preocupación importante, y el Ártico atrae una atención especial: análisis recientes muestran que el clima en la región se está calentando de 3 a 4 veces más rápido que el promedio mundial.

Desde el comienzo de la revolución industrial en el siglo XIX, la Tierra se ha calentado alrededor de 0,8 °C, mientras que el Ártico se ha calentado entre 2 y 3°C durante el mismo período.

El calentamiento del Ártico alcanzó los 2°C en 2005 y los 4°C en 2018, superando las predicciones más pesimistas para el año 2100 previstas en el Acuerdo de París.

Referencia

In-situ temperatures and thermal properties of the East Siberian Arctic shelf sediments: Key input for understanding the dynamics of subsea permafrost. E. Chuvilin et al. Marine and Petroleum Geology, Volume 138, April 2022, 105550. DOI:https://doi.org/10.1016/j.marpetgeo.2022.105550