Los científicos han descubierto a un ciego de nacimiento que tiene una forma rara de sinestesia, un fenómeno neurológico en el que símbolos, fenómenos y estados adquieren cualidades adicionales. Los números, los días de la semana y los meses los percibe como cubos, cuadrados, puertas o círculos con texturas diferentes.

Los números tienen forma de cubo y una textura que varía según su valor; las letras son cuadrados bidimensionales con diferentes texturas; los días de la semana son puertas de diferentes materiales; y los meses son círculos flotando. Así describe el mundo un ciego de nacimiento que padece un fenómeno neurológico misterioso llamado sinestesia.

Los científicos han observado por primera vez un caso de sinestesia en un hombre ciego de nacimiento: experimentó asociaciones táctiles y espaciales asociadas con números, letras, días de la semana y meses. Los resultados de esta investigación se publican en la revista Neuropsychologia.

La sinestesia es un fenómeno neurobiológico no patológico mediante el cual los símbolos, fenómenos y estados adquieren cualidades adicionales: por ejemplo, una persona con sinestesia experimentará colores cuando vea números (sinestesia grafema-color) o sensaciones táctiles cuando perciba sonidos (sinestesia acústico-táctil). El mecanismo de desarrollo de la sinestesia, así como la posibilidad de transferir esta capacidad por herencia, sigue siendo objeto de investigación en varios campos de la ciencia.

Existe la hipótesis de que es la visión la que juega un papel importante en el desarrollo de la sinestesia: según estimaciones, el 3% de la población humana tiene sinestesia, de los que entre el 80 y el 97 por ciento la tienen relacionada con el color. Sin embargo, existen otros tipos de sinestesia que se asocian, por ejemplo, con sonidos o sensaciones táctiles, por lo que las personas invidentes también pueden ser sinestésicos.

Ciego de nacimiento

Un equipo de investigadores de Bélgica, Italia y Suiza, dirigido por Roberto Bottini, de la Universidad de Trento en Italia, realizó un experimento para confirmar la sinestesia en un ciego de nacimiento de 40 años, así como una entrevista para describir sus manifestaciones. Su experiencia incluía números, letras, días de la semana, meses, texturas y espacios, en los que eran las representaciones semánticas las que evocaban sensaciones táctiles y propioceptivas (espaciales).

En la primera parte del estudio, los autores realizaron una entrevista con el voluntario, al que denominaron CB, en la que habló sobre su experiencia. La sinestesia que relaciona los números con las texturas era la más fuerte para él: cada vez que escuchaba, leía, pensaba o veía un número entero, lo experimentaba como si el número tuviera una forma (cubos de diferentes tamaños) y una textura determinada (por ejemplo, el número 3 es suave, y el 4 y el 5 son suaves).

Al mismo tiempo, los números con los mismos dígitos tenían la misma textura, pero diferían en su percepción: el 9 y el 19 son suaves, pero el primer número es más suave que el segundo.

Números en el espacio

Otra sinestesia que percibía esta persona ciega se refiere a la localización de números en el espacio: la describió como alinear números (cubos) en un espacio mental tridimensional, con la línea cambiando de dirección cada 10 números (cubos). Los números negativos se reflejaban en relación con los positivos.

También relató espacios mentales separados para letras, días de la semana y meses: percibía las letras como cuadrados bidimensionales del mismo tamaño con diferentes texturas (A - suave, K - metal), que estaban ubicadas en una línea diagonal que el hombre vio mentalmente.

También relataba los días de la semana como una puerta (lunes, lisa y de madera, martes, de plástico rugoso) en un camino recto. Los meses, en cambio, los organizaba en un círculo flotando en el vacío que se presentaban como cubos, cada uno de los cuales tenía una tarjeta numérica común, pero con la cantidad de números correspondiente al mes.

Grupo sinestésico

En la segunda fase, CB se sometió a un experimento con otras 10 personas de control sin experiencia de sinestesia, emparejados por edad y nivel educativo, de los que solo dos eran ciegos. El experimento fue para mostrar la consistencia y precisión de las asociaciones sinestésicas e incluyó dos sesiones que se realizaron con un mes de diferencia.

A los voluntarios se les vendaron los ojos y después de examinar el tablero con texturas, se les pidió que hicieran coincidir el número 24, los 12 meses, los 7 días de la semana y las 26 letras del alfabeto, con los patrones del tablero.

Resultados: mientras que los participantes sin sinestesia solo dieron las mismas respuestas para los números en un promedio del 7%, el sinestésico de 40 años la dio un 75% de respuestas similares. El hombre de 40 años también obtuvo puntuaciones más altas en los otros dominios, lo que otorga una mayor confianza a su testimonio.

Los autores de esta investigación señalan que, aunque la asociación con texturas para los días de la semana y los meses no haya sido probada estadísticamente en esta investigación, eso no significa que CB no tenga sinestesia.

Investigaciones anteriores sugieren que la fuerza y ​​la consistencia de la sinestesia no siempre depende una de la otra, lo que significa que es posible que las pruebas de consistencia no detecten una sinestesia fuerte, pero inconsistente.

Los investigadores también destacan que la confirmación de la sinestesia en un hombre ciego de nacimiento descarta la hipótesis de que la visión es necesaria para su desarrollo.

Referencia

Synesthesia in a congenitally blind individual. Roberto Bottini et al. Neuropsychologia, Volume 170, 6 June 2022, 108226. DOI:https://doi.org/10.1016/j.neuropsychologia.2022.108226