Las civilizaciones extraterrestres más avanzadas podrían usar planetas que flotan libremente como transporte interestelar para alcanzar, explorar y colonizar otros sistemas planetarios, según un nuevo estudio. Los investigadores creen que sería factible descubrir las firmas tecnológicas de esos viajes interestelares.

Una nueva investigación publicada recientemente en International Journal of Astrobiology concluye que los planetas flotantes, también conocidos como planetas errantes o rebeldes, podrían ser utilizados por civilizaciones alienígenas inteligentes para realizar viajes interestelares y conquistar nuevos mundos. De esta forma, no requerirían de naves espaciales o de otras tecnologías similares para explorar el cosmos más allá de su estrella anfitriona. 

Firmas tecnológicas y viajes interestelares

Según la astrónoma Irina Romanovskaya, profesora del Houston Community College en Estados Unidos y única autora del estudio, es posible buscar y descubrir las firmas tecnológicas relacionadas con esos viajes interestelares. Se denomina firma tecnológica a las “huellas” que dejan las civilizaciones al interactuar con el Universo con las tecnologías que crean. Por ejemplo, una civilización extraterrestre podría encontrar sondas enviadas por el ser humano hacia el espacio y de esta forma descubrir nuestra existencia en el inabarcable cosmos.

De acuerdo a las conclusiones a las que llega Romanovskaya en su investigación, las civilizaciones extraterrestres avanzadas pueden producir firmas tecnológicas observables cuando migran dentro de sus sistemas planetarios y hacia otros sistemas planetarios. La científica propone que estas sociedades alienígenas pueden usar planetas que flotan libremente como transporte interestelar: de esta manera, lograrían explorar y colonizar nuevos mundos. 

Planetas nómadas que albergan vida

Los planetas “rebeldes”, flotantes o errantes son astros nómadas que viajan en libertad por el espacio, ya que su órbita no está relacionada con la influencia de ninguna estrella. Estudios previos han identificado su presencia en distintas zonas del espacio y hasta existen teorías que plantean que podrían ser habitables. Según un artículo publicado en Planetary Society, que analiza algunas de estas hipótesis científicas, los planetas y las lunas nómadas podrían ser un lugar propicio para la vida. 

Los científicos creen que los planetas que no orbitan ninguna estrella se forman originalmente alrededor de estrellas como cualquier otro astro, pero en algún momento son expulsados de su sistema debido a los efectos gravitatorios de los planetas gigantes que se encuentran en su interior. Esto incluso podría haber sucedido en alguna etapa de la historia de nuestro propio Sistema Solar

Para Romanovskaya, la búsqueda de inteligencia extraterrestre migratoria (SMETI, según las siglas en inglés), debería centrarse en descubrir posibles tecnofirmas y artefactos que pueden ser producidos por civilizaciones extraterrestres que utilizan planetas que flotan libremente para la migración y la colonización interestelar. Como ejemplo concreto, estudia el caso de la estrella GJ 433, que experimentó un sobrevuelo cercano al Sistema Solar hace unos miles de años. Según la especialista, la migración interestelar mediante sobrevuelos de estrellas, como el caso de GJ 433, puede valer también para el viaje entre sistemas planetarios a través de planetas rebeldes. 

De acuerdo a un artículo publicado en Universe Today, la autora de la nueva investigación sostiene que los planetas nómadas pueden proporcionar una gravedad superficial constante, grandes cantidades de espacio y recursos. Estos astros con océanos superficiales y subterráneos pueden proporcionar agua como recurso consumible y para la protección contra la radiación espacial.

Civilizaciones que se reproducen

En el mismo sentido, la astrónoma concluye que una “civilización madre” lo suficientemente avanzada puede crear civilizaciones hijas únicas y autónomas que habitan diferentes planetas, lunas o regiones del espacio. Estas civilizaciones utilizarían a los planetas rebeldes como “naves” para trasladarse hacia otros mundos con condiciones más interesantes para la vida a largo plazo, al contar con la protección y la energía de una estrella.

De esta manera, una “civilización progenitora” podría esparcir las semillas de “civilizaciones hijas” en la forma de colonias en múltiples sistemas planetarios: tanto si se trata de especies biológicas como de posbiológicas, o sea formas de vida que integran características biológicas y artificiales. Aunque parezca parte de una novela de ciencia ficción, el escenario planteado quizás sea parte de una necesidad concreta de la humanidad, cuando en alrededor de 5.000 millones de años el Sol se vuelva ingobernable y haga inviable la vida en el Sistema Solar. 

Referencia

Migrating extraterrestrial civilizations and interstellar colonization: implications for SETI and SETA. Irina K. Romanovskaya. International Journal of Astrobiology (2022). DOI:https://doi.org/10.1017/S1473550422000143