Aunque recientemente el superordenador Frontier ha sido coronado oficialmente como el primer equipo informático a exaescala del mundo, capaz de realizar un trillón de operaciones por segundo, es posible que existan máquinas aún más poderosas y no lo sepamos.

La colaboración internacional Top500, una organización que se dedica a realizar anualmente un listado de los superordenadores más potentes a nivel mundial, informó sobre fines de mayo que el superordenador Frontier es el más poderoso actualmente en todo el planeta. Desarrollado en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge en Tennessee, Estados Unidos, se compone de 74 gabinetes separados, que integran 9.400 CPU, o sea las unidades de procesamiento que hacen funcionar a los ordenadores hogareños.

También integra 37.000 GPU, que son los centros de procesamiento dedicados a las tareas gráficas en los ordenadores. Toda esta potencia combinada le permite efectuar un trillón de operaciones por segundo, transformándose de esta forma en el primer superordenador a exaescala en el mundo, según el Top500. La informática a exaescala representa una mejora mil veces superior al primer equipo de petaescala, que comenzó a funcionar en 2008.

¿El único superordenador a exaescala?

Sin embargo, hay quienes dudan que Frontier sea el primer equipo en alcanzar este nuevo hito. Según un artículo publicado en New Scientist, se cree que China ha tenido al menos dos máquinas a exaescala funcionando desde 2021, conocidas como OceanLight y Tianhe-3, y que está trabajando en una tercera aún más grande y poderosa, llamada Sugon. Algo similar sucedería con superordenadores utilizados en secreto por las fuerzas de seguridad de Estados Unidos.

¿Por qué sería necesario ocultar estos avances? En la actualidad, los superordenadores son vitales para llevar a cabo una amplia gama de investigaciones científicas, ejecutando grandes simulaciones relacionadas con la física nuclear y cuántica, las ciencias espaciales, los efectos de los medicamentos o entrenando nuevos modelos de Inteligencia Artificial (IA).

Una diferencia competitiva

Su diferencia con los sistemas tradicionales es abismal: un ordenador portátil de alta gama puede realizar un billón de operaciones por segundo, o sea que su potencia es un millón de veces menor a la alcanzada por un superordenador a exaescala.

En consecuencia, contar con la máquina más poderosa a nivel global puede dar una ventaja trascendente con respecto a la competencia, tanto a centros académicos como a empresas de distintos rubros o a gobiernos, incluso desde un punto de vista militar.

De esta manera, se verían interesados a mantenerse “por fuera” de los superordenadores que forman parte del Top500, avanzando en secreto en sus equipos y nuevas tecnologías.

Por ejemplo, un estudio realizado por científicos de distintas universidades chinas da cuenta de la resolución de un desafiante problema cuántico, que solamente podría ser abordado con éxito con un superordenador a exaescala, según informa Tom's Hardware.

Al mismo tiempo, algunos proyectos de las fuerzas de seguridad estadounidenses también indicarían que disponen de avances tecnológicos similares: de esta manera, Frontier no sería el único equipo informático a exaescala en el planeta.