Las futuras sondas espaciales autorreplicantes podrían permitirnos descubrir vida extraterrestre, colonizar otros mundos y hasta dominar toda la galaxia, pero al mismo tiempo podrían volverse en nuestra contra: al multiplicarse indefinidamente, consumirían todos los recursos y exterminarían a la especie humana.

Dos nuevos estudios científicos realizados por Alex Ellery, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial en la Universidad de Carleton en Ottawa, Canadá, ponen nuevamente en discusión el tema de las máquinas y sondas autorreplicantes para explorar el espacio y sus implicanciones, un concepto desarrollado hace varias décadas a partir de una idea del ingeniero y físico John Von Neumann, que hoy cobra vigor porque nuestro actual desarrollo tecnológico nos pone muy cerca de hacer realidad esa vieja utopía.

Sobre 1948, Von Neumann desarrolló el concepto de robots autorreplicantes, que fue tomado posteriormente por los investigadores involucrados en la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), considerando que las sondas autorreplicantes podrían convertirse en una forma efectiva para que la humanidad se despliegue por el cosmos y lo explore prácticamente sin límites. 

Incluso, las sondas de Von Neumann podrían transformarse en indicios de especies tecnológicamente avanzadas o tecnofirmas, ya que otras civilizaciones podrían haberlas desarrollado previamente.

Explorar el cosmos sin límites

En líneas generales, una máquina autorreplicante es una construcción artificial teóricamente capaz de fabricar una copia de sí misma en forma autónoma, utilizando materias primas tomadas del ambiente que la rodea. Según un artículo publicado en Universe Today, el progreso actual de la robótica nos pone en las puertas de comenzar a crear este tipo de estructuras, para desarrollar sondas espaciales que logren desplegarse por todo el Universo.

Para Ellery, la máquina autorreplicante tiene una gran utilidad en virtud de sus propiedades de construcción universal y su capacidad productiva de crecimiento exponencial y casi ilimitado. Su capacidad no tiene rival: estas máquinas pueden desplegarse en la Luna para industrializarla, utilizando recursos locales in situ a corto plazo. 

De esta forma, la humanidad podría utilizar las bases lunares como punto de partida para colonizar desde allí todo el Sistema Solar, y luego desplegarse en naves espaciales interestelares para explorar toda la Vía Láctea, siempre gracias a la explotación de los propios recursos del sistema estelar. 

Robot autorreplicante RepRap “Mendel”. Crédito: Proyecto RepRap/Wikimedia.

La necesidad de poner un límite

Sin embargo, existen preocupaciones significativas con respecto a la seguridad inherente a las máquinas autorreplicantes: un crecimiento descontrolado de la población de estas máquinas autónomas podría derivar en un consumo excesivo de los recursos y poner en peligro, no solo la sostenibilidad de las misiones espaciales, sino también a la propia especie humana y al planeta Tierra. ¿Cómo limitar ese crecimiento descontrolado?

Ellery cree que debe seguirse un enfoque de inspiración biológica basado en los telómeros, que son terminales de ADN que se acortan progresivamente durante la replicación celular. Al actuar como un “contador” que impone un límite al número de ciclos de replicación, podrían servir para determinar cuándo debe detenerse la replicación en las máquinas. Estudiando el proceso biológico en detalle, se podrían obtener algunas ideas sobre la implementación de mecanismos similares en máquinas y sondas espaciales autorreplicantes. 

¿Un Universo sin otras civilizaciones inteligentes?

En otro orden, el investigador sostiene en uno de sus estudios que la humanidad ya está desarrollando tecnología de autorreplicación en la actualidad, a través de la capacidad de imprimir en 3D máquinas robóticas completas a partir de recursos extraterrestres, incluidos motores eléctricos y electrónicos, como parte de una capacidad general de utilización de recursos in situ

Según Ellery, el hecho de no haber encontrado hasta el momento sondas autorreplicantes realizadas por otras civilizaciones inteligentes estaría indicando su inexistencia, por lo menos en las zonas del Universo que hemos logrado estudiar hasta hoy.

Referencias

Curbing the fruitfulness of self-replicating machines. Alex Ellery. International Journal of Astrobiology (2022). DOI:https://doi.org/10.1017/S1473550422000246

Self-replicating probes are imminent – implications for SETI. Alex Ellery. International Journal of Astrobiology (2022). DOI:https://doi.org/10.1017/S1473550422000234