Un nuevo análisis de algunas de las rocas más antiguas de la Tierra sugiere que los primeros continentes que aparecieron en el planeta eran inestables, y se hundieron en el manto antes de emerger como son en la actualidad, totalmente reciclados. Los nuevos hallazgos podrían ayudarnos a comprender la geología cambiante de la Tierra, a lo largo de sus 4.500 millones de años de historia.

Una investigación internacional liderada por científicos de la Universidad de Monash, en Australia, ha descubierto que los primeros continentes no eran estables y se reciclaron en el interior de la Tierra, específicamente en el manto. Posteriormente, los continentes adquirieron mayor solidez y volvieron a emerger, en un proceso denominado relaminación regional masiva (MRR, según las siglas en inglés)

De acuerdo a una nota de prensa, el fenómeno MRR explica las heterogeneidades complejas de origen y edad que se encuentran en las partes que componen el antiguo manto litosférico cratónico (CLM), en el cual pueden hallarse rocas con más de 3.000 millones de años de antigüedad. El proceso indicado habría sido un componente clave de la construcción de los continentes en la Tierra primitiva.

Los secretos de las rocas

Según las conclusiones del nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), las rocas en el núcleo de los continentes, llamadas cratones, se formaron en la Tierra primitiva y guardan el secreto de cómo los continentes y el planeta cambiaron con el tiempo. Los investigadores utilizaron modelos informáticos de alto rendimiento para simular la evolución de los primeros 1.000 millones de años de la Tierra.

El equipo de científicos, liderado por Fabio Capitanio, descubrió que cuando los primeros bloques continentales estuvieron en el manto, se fundieron, agitaron y mezclaron hasta que desaparecieron. También encontraron que algunas piezas de las rocas originales pueden permanecer “escondidas” en el manto durante miles de millones de años, pero eventualmente vuelven a aparecer, entregando información vital sobre el pasado. 

Al parecer, con el paso del tiempo las piezas recicladas de los continentes se acumularon debajo de la nueva litosfera, haciéndola más flotante y lo suficientemente fuerte como para solidificarse y emerger nuevamente, dando forma a los continentes que conocemos en la actualidad. Según los investigadores australianos, el estudio es único porque explica cómo comenzaron a formarse y juntarse los continentes.

Los continentes y la vida fuera de la Tierra

Muchas observaciones previas de antiguos núcleos continentales o cratones muestran que son claramente más complejos y heterogéneos que la litosfera actual. Sin embargo, los científicos no sabían qué causaba las diferencias o cómo se formaron. El estudio logró demostrar que partes de la antigua litosfera, integrada por los viejos continentes sumergidos, todavía existen en el manto terrestre y sirven para explicar el proceso que dio lugar a los continentes actuales.

Descubrir más detalles sobre los cratones, definidos como una masa continental que ha alcanzado un importante estado de rigidez en un lejano pasado geológico y no ha sufrido fragmentaciones o deformaciones desde entonces, puede ser significativo y útil desde diversos sentidos. Por un lado, los cratones almacenan metales importantes y otros minerales de gran trascendencia.

Además, teniendo en cuenta que los continentes son muy importantes para el surgimiento y la existencia continua de vida en la Tierra, descubrir los datos “almacenados” en los cratones sobre cómo se formaron tiene implicaciones no solo para nuestro propio planeta, sino también para la búsqueda de mundos habitables fuera del Sistema Solar.

Referencia

Accretion of the cratonic mantle lithosphere via massive regional relamination. Zhensheng Wang, Fabio A. Capitanio, Zaicong Wang and Timothy M. Kusky. PNAS (2022). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2201226119