La Luna ha estado sometida a una importante migración polar en los últimos 4.250 millones de años debido a los impactos de asteroides: han generado cráteres de diferentes diámetros que han provocado el desplazamiento de la corteza a lo largo de 300 kilómetros.

Investigadores del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, han descubierto que los polos norte y sur de nuestro satélite se han desplazado unos 300 kilómetros en los últimos 4.250 millones de años.

Los polos norte y sur geográficos se encuentran donde el eje de rotación de un cuerpo celeste se cruza con su superficie. En este caso, el eje de rotación de la Luna, la línea imaginaria que pasa por su centro y alrededor de la cual gira, se mantuvo igual a medida que se desplazaba el cuerpo de la Luna.

Ese desplazamiento de los polos ha sido la consecuencia de los impactos de asteroides, que han llenado a nuestro satélite de cráteres, aseguran los investigadores.

Según un estudio de la Universidad de Jilin publicado en 2020 en la revista Nature Communications, que utilizó la inteligencia artificial para calcular cuántos cráteres hay en la Luna, en la superficie de nuestro satélite hay al menos 109.956 impactos de asteroides que han creado sus correspondientes cráteres. Esos cráteres se han convertido en el archivo de miles de millones de años de historia.

Borrando cráteres

Lo que han hecho los autores de la nueva investigación es utilizar simulaciones informáticas para “borrar” 5.200 de esos cráteres de la superficie lunar, cada uno de ellos con un diámetro que oscila entre los 20 y los 1.200 kilómetros, para observar cómo era nuestro satélite antes de que se produjeran los impactos de asteroides que los generaron.

De esta forma pudieron comprobar que el polo norte lunar estaba entonces unos 300 kilómetros más al sur. Como resultado, el Océano de las Tormentas, el mayor de los mares lunares que es visible desde la Tierra, estaba unos diez grados más cerca del polo norte lunar de lo que está hoy. Sin embargo, durante los siguientes 500 millones de años, la Luna fue el objetivo de numerosos impactos que desplazaron progresivamente el polo norte lunar.

El camino errante del Polo Sur lunar, paralelo al del Polo Norte lunar, se muestra en este video durante un período que abarca desde hace 4.250 millones de años hasta el presente. NASA's Scientific Visualization Studio.

Migración polar

También han comprobado que, hace unos 3.850 millones de años, la Luna recibió el impacto de un gran asteroide que creó el ahora conocido como Mar de las Lluvias, una llanura de lava de 384 kilómetros de ancho, que provocó una gran anomalía de gravedad en el lado visible desde la Tierra. Este impacto movió el polo norte lunar 90 kilómetros, señalan los investigadores, y provocó uno de los mayores cambios registrados en la superficie de nuestro satélite.

Unos 50 millones de años después, otro gran impacto formó el Mare Orientale, un mar lunar apenas visible desde la Tierra que mide unos 300 kilómetros de diámetro: provocó que el polo norte lunar corriera otros 85 kilómetros. Desde entonces, una multitud de pequeños impactos han llevado al polo lunar a su posición actual: los cráteres de entre 20 a 200 kilómetros de tamaño han contribuido también a la migración polar debido a su distribución y cantidad irregular, explican los investigadores.

Aclaración sobre el agua

La información sobre los polos errantes puede ser útil para comprender la evolución de la Luna, específicamente, la condición de los recursos, como el agua, en su superficie, destacan asimismo los investigadores.

Los científicos han encontrado agua congelada en regiones sombreadas cerca de los polos de la Luna, pero aún no saben cuánta hay realmente en esas regiones.

Si la Luna hubiera cambiado drásticamente la ubicación de sus polos hacia una región más cálida y menos sombreada, como el ecuador, parte del agua congelada podría haberse sublimado (cambiado de un estado sólido a un estado gaseoso) de la superficie, y el agua nueva habría tenido menos tiempo para acumularse en los nuevos polos.

Vishnu Viswanathan, el científico que dirigió el estudio, aclara al respecto: "según la historia de los cráteres de la Luna, el desplazamiento polar parece haber sido lo suficientemente moderado como para que el agua cerca de los polos haya permanecido en las sombras y haya disfrutado de condiciones estables durante miles de millones de años".

Referencia

The Contribution of Small Impact Craters to Lunar Polar Wander. David E. Smith et al. The Planetary Science Journal, Volume 3, Number 9. DOI:https://doi.org/10.3847/PSJ/ac8c39