Mediante datos del telescopio espacial Gaia, un equipo internacional de investigadores ha logrado demostrar que gran parte del disco exterior de la Vía Láctea vibra intensamente. Las extrañas ondas son causadas por la galaxia enana Sagitario, que pasó por nuestra galaxia hace entre 1.000 y 2.000 millones de años.

Un grupo de científicos liderado por la Universidad de Lund, en Suecia, ha logrado explicar cómo una pequeña galaxia cercana, la galaxia enana de Sagitario, ha colisionado contra la Vía Láctea como mínimo en dos ocasiones diferentes a lo largo de miles de millones de años, provocando que todas las estrellas ubicadas alrededor de nuestro hogar cósmico oscilen misteriosamente a distintas velocidades. El nuevo estudio fue publicado recientemente en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

Misteriosas vibraciones 

La Vía Láctea, originada hace 13.600 millones de años a partir de una nube giratoria de gas compuesta de hidrógeno y helio, posee entre 100 y 400 mil millones de estrellas. Durante miles de millones de años, el gas se acumuló en un disco giratorio donde se formaron las estrellas, como por ejemplo nuestro Sol. Según una nota de prensa, los científicos han concretado un descubrimiento desconcertante sobre las estrellas posicionadas en las regiones exteriores del disco galáctico.

Al parecer, en una reacción similar a la que se produce cuando se deja caer una piedra en un estanque, las estrellas del disco externo se balancean extrañamente con diferentes ritmos e intensidades. Así lo comprobó el equipo de investigadores dirigido por Paul McMillan, luego de analizar datos aportados por el telescopio espacial Gaia, lanzado en 2013 por la Agencia Espacial Europea (ESA). 

Los especialistas compararon los movimientos de más de 20 millones de estrellas localizadas a lo largo de la Vía Láctea, pero enfocándose en las regiones exteriores del disco de la galaxia. Los datos analizados muestran misteriosas ondas o vibraciones, que “empujan” y hacen oscilar a las estrellas a lo largo de todo ese sector de la Vía Láctea. 

La piedra cayendo en el estanque

Los astrónomos descubrieron un proceso que equipararon a una "sismología galáctica", al identificar un patrón de onda que podría explicar el extraño “efecto rebote” que hace mover a las estrellas de la Vía Láctea. Concluyeron que las ondas probablemente se liberaron cuando la galaxia enana de Sagitario chocó contra la Vía Láctea, como mínimo en dos ocasiones en los últimos 2.000 millones de años

La galaxia enana de Sagitario, que en este caso habría cumplido el papel de la piedra cayendo en el estanque, es una galaxia satélite de la Vía Láctea con un diámetro aproximado de 10.000 años luz, que actualmente se ubica a una distancia de 70.000 años luz de la Tierra. Compuesta principalmente por estrellas viajas y pobres en metales, la pequeña galaxia elíptica atravesará finalmente el disco de la Vía Láctea en los próximos 100 millones de años, para ser absorbida por nuestra galaxia.

Todo indica que la galaxia enana de Sagitario, también denominada SagDEG (Sagittarius Dwarf Elliptical Galaxy) tuvo mayores dimensiones en el pasado, pero perdió hasta el 20 % de su masa a manos de nuestra galaxia, luego de repetidas colisiones a lo largo de la historia cósmica. Estos violentos encuentros probablemente también modificaron la forma y el tamaño de la Vía Láctea: investigaciones previas han sugerido que el brazo espiral de nuestra galaxia es el productos de dos colisiones con la galaxia enana de Sagitario.

Para concluir, los científicos estimaron que la posibilidad de identificar la causa por la cual las partes exteriores del disco de la Vía Láctea están significativamente fuera de equilibrio, y el papel en este fenómeno de las ondas intergalácticas generadas luego de las interacciones con SagDEG, podría ser clave para desentrañar la historia y la estructura de nuestra galaxia. 

Referencia

The disturbed outer Milky Way disc. Paul J McMillan et al. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (2022). DOI:https://doi.org/10.1093/mnras/stac2571