La Inteligencia Artificial es la gran promesa para los futuros oficios y negocios, empezando por el del arte, donde cualquiera puede crear belleza sin tener ni idea de pintar, dibujar, esculpir, y continuando por los medios de comunicación, donde cada periodista se ha convertido en un medio y en el que la información local adquiere una nueva relevancia.

La gran receta para los nuevos negocios es muy simple: coge cualquier sector, añádele Inteligencia Artificial y ese es el mejor plan para las próximas 10.000 empresas que van a triunfar, dice Kevin Kelly, que fue el director de “Wired” y autor de un libro imprescindible titulado en español “Lo inevitable”.

Veamos algunos ejemplos.

Arte con IA

El arte es un tema difícil y ahora muy controvertido, pues las fronteras de este asunto vital, que debe devolvernos como ficción la verdadera naturaleza de nosotros mismos y lo que hemos hecho, se han difuminado hasta perderse.

Desde el famoso urinario de Duchamp, cualquier cosa puede ser arte y estamos asistiendo a un espectáculo con frecuencia bochornoso en el que vale todo y no vale nada.

Los ya famosos Token No Fungible (NFT), exponentes del arte digital, que emplea tecnología vanguardista como las cadenas de bloques (blockchains) para comercializar autodenominadas obras de arte, que pueden revenderse, pues está garantizada su exclusividad. Ha habido transacciones millonarias y desplomes fulgurantes en oleadas mareantes. Pero lo cierto es que unos cuantos artistas están sacando un rendimiento razonable a su trabajo con NFT.

Ahora, cualquiera puede crear belleza sin tener ni idea de pintar, dibujar, esculpir, etc., porque hay herramientas ultrapoderosas que lo permiten con costes irrisorios o nulos, con solo órdenes verbales y poco más.

Por ejemplo, con DALL-E, una Inteligencia Artificial creada por Open-AI, otra empresa de ese extravagante genio que es Elon Musk. O con Wombo’s Dream para móviles. Hay otras herramientas cada vez más poderosas, que dinamitan las fronteras de una industria multimillonaria.

El artista digital Jason Allen, logró el primer puesto en la Feria Estatal de Corolado (EEUU), con una obra realizada con IA. No es una broma.

Tampoco se lo toma a broma el Papa Francisco, que no hace mucho se reunió con relevantes artistas y los exhortó a que su trabajo “abra puertas, toque corazones y ayude a caminar hacia adelante”, resaltando que la ética debe ser la primera preocupación de cualquier artista en cualquier especialidad. Muchas puestas pueden abrirse con las nuevas herramientas digitales.

Esto es solo un ejemplo de cómo la IA revoluciona un sector y crea nuevas oportunidades. También peligros, como sucede con frecuencia cuando hablamos de tecnologías de vanguardia.

La IA ya ha llegado a nuestras vidas, oficios y negocios. Jessica Lewis en Unsplash.

Periodismo y medios de comunicación con IA

Hace unos 45 años que trabajo como periodista y nunca como ahora mi oficio y mi sector se ha enfrentado a un panorama tan desastroso. Estamos en el peor de los mundos posibles y en el mejor en cuanto a oportunidades de reinventarse.

Solo podemos tener una evidencia: los medios de comunicación en la era digital no se van a parecer en casi nada a los actuales. Personalmente creo que las información en papel no ha muerto, pero será un productos caro y reservado a informes de muy alta calidad. Lo que llamamos actualidad será una “commodity” de coste tendente a cero. Y la información local tendrá una nueva relevancia.

La IA apenas empieza a calar en el sector. Recientemente, el prestigioso “The Guardian” hizo un experimento con un programa de redacción automática con IA. Le pidió una crónica sobre los potenciales peligros de la IA para los humanos, que en unos pocos años es bastante probable que se vean sobrepasados por software ultrainteligente.  En unos pocos minutos, el programa redactó no una, sino tres crónicas diferentes.

Actualmente, hay varios miles de periodistas titulados inscritos en las listas del paro. Tienen las posibilidad de adentrarse en estas vanguardias, para, por ejemplo, la búsqueda de informaciones significativas en la casi infinita maraña de Internet con ayuda de la IA. Y tal vez…¡Eureka! Ya no necesiten un medio convencional para publicar. Cada periodista es un medio.

Otro día hablaremos de los nuevos oficios. Porque el futuro es ahora.

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