Las abejas poseen una “línea numérica mental” que comparten con humanos, pollos, monos y peces: es algo innato que se conserva evolutivamente en todos los sistemas nerviosos dotados de sentido numérico, independientemente de su complejidad neuronal. Aceptarlo es la mejor manera de conocernos mejor a nosotros mismos.

El cerebro humano muestra por lo general una característica específica: si tenemos que ordenar números, lo hacemos siempre de la misma forma, situando los más pequeños a la izquierda y los más grandes a la derecha.

Y si tenemos que agrupar objetos de diferente tamaño, lo hacemos también poniendo los más pequeños a la izquierda y los más grandes a la derecha.

A esta característica se le ha llamado “línea numérica mental” (MNL) y ha desencadenado numerosas investigaciones sobre cómo el cerebro humano representa secuencias ordenadas en el espacio.

Estas investigaciones se remontan a los trabajos de Francis Galton (1822-1911), fundador de la psicometría y pionero en aplicar métodos estadísticos para el estudio de las diferencias humanas y la herencia de la inteligencia.

Los desarrollos posteriores de estas investigaciones han concluido que esa línea numérica mental es amplia, ya que guía nuestro comportamiento no solo para ordenar números y cosas, sino también meses, letras o días, conceptos que están representados todos ellos en nuestro cerebro de manera espacial.

¿Algo innato?

Lo que nunca ha quedado claro hasta ahora es si esa forma de organizar el mundo está presente en las personas y algunos animales desde que nacen, o si es algo que se aprende con el tiempo vivido, con la cultura.

Tradicionalmente esa ordenamiento se ha asociado a hábitos de escritura y lectura, pero esta hipótesis contrasta con la evidencia de que la línea numérica mental también se ha encontrado en pollos, monos y peces, lo que cuestiona que sea algo cultural, en el sentido humano del término.

Sin embargo, otros estudios sugieren que esta disposición de números en el espacio es innata, como han demostrado bebés recién nacidos y animales no humanos sometidos a experimentos controlados.

Tanto los animales como los bebés de estos estudios no han estado expuestos a la cultura, a pesar de lo cual muestran una conexión entre el lado izquierdo del espacio y los números más pequeños, y el lado derecho del espacio y los números más grandes. Es decir, como los adultos.

¿Solo vertebrados?

Otra cosa que tampoco está clara es si esta clasificación espacial de los números es característica solo de los vertebrados o también se puede encontrar en los invertebrados.

Un equipo de científicos de Italia, Francia y Suiza decidió averiguarlo utilizando las abejas como ejemplo. Martin Giurfa, de la Universidad Paul Sabatier en Toulouse, junto con colegas, estudiaron el sentido numérico de las abejas melíferas (Apis mellifera). Las enseñaron a relacionar un número con la comida y descubrieron que estos insectos, como los humanos, tienden a ordenar los números de izquierda a derecha dependiendo de su valor.

Este hallazgo se suma a anteriores trabajos que han demostrado que las abejas pueden contar y que incluso entienden el concepto de cero, y sugiere que las abejas tienen también una línea numérica mental con raíces biológicas, consideran los autores de esta investigación en un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Sus resultados proporcionan una prueba más de la similitud en la percepción de los números tanto en vertebrados como en invertebrados, añaden.

Los autores de esta investigación concluyen que la línea numérica mental se conserva evolutivamente en todos los sistemas nerviosos dotados de sentido numérico, independientemente de su complejidad neuronal.

Nada concluyente, pero sugerente

Sin embargo, advierten los investigadores, es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas sobre la línea numérica mental en los seres vivos.

El nuevo estudio no llega a explicar por qué los cerebros de las abejas, pollos, monos y bebés humanos han convergido en el mismo orden numérico de izquierda a derecha, pero ofrece una posible respuesta: sería porque sus cerebros son asimétricos, ya que procesan la información de manera diferente en los lados izquierdo y derecho.

Eso significaría que el sistema mental para organizar números está extendido en la naturaleza mucho más de lo que pensamos y confirmaría asimismo que la mente animal es similar a la humana en muchos aspectos. Aceptarlo es la mejor manera de conocernos mejor a nosotros mismos, concluyen los investigadores.

Referencia

An insect brain organizes numbers on a left-to-right mental number line. Martin Giurfa et al. PNAS, October 17, 2022; 119 (44) e2203584119, DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2203584119