Un planeta similar a la Tierra que orbita una enana M, el tipo de estrella más común en el Universo, parece no tener atmósfera. Este descubrimiento podría causar un cambio importante en la búsqueda de vida en otros planetas: una gran cantidad de mundos extrasolares que orbitan alrededor de estas estrellas también pueden carecer de atmósferas y, por lo tanto, es poco probable que alberguen seres vivos.

Un grupo internacional de astrónomos ha descubierto que el exoplaneta llamado GJ 1252b, de características similares a la Tierra y ubicado a unos 65 años luz de distancia de nosotros, ha perdido su atmósfera por la influencia de su propia estrella anfitriona, una enana M que orbita desde muy cerca. El descubrimiento podría reducir drásticamente la búsqueda de vida en el espacio interestelar, porque las enanas M son el tipo de estrella más común en el cosmos.

Según el equipo de investigadores, liderado por Ian Crossfield, el exoplaneta GJ 1252b, una “supertierra” ultracaliente con temperaturas diurnas que alcanzan los 1.227 grados Celsius, habría desarrollado una atmósfera en un principio, pero la habría perdido rápidamente a manos de las intensas erupciones magnéticas de la estrella. Las enanas rojas o enanas M tienden a ser magnéticamente activas, y estallan con la violencia suficiente como para destruir la atmósfera de un planeta cercano con el tiempo, haciendo que su superficie se vuelva inhabitable. 

Un mundo infernal y sin atmósfera

El exoplaneta rocoso GJ 1252b, descubierto en 2020, orbita a su estrella dos veces durante el transcurso de un solo día terrestre. Es algo más grande que la Tierra y se mueve mucho más cerca de su estrella que nuestro planeta del Sol, generando que sea intensamente caliente e inhóspito. La presión de la radiación de la estrella enana roja que lo cobija es inmensa: su destino sería similar al de muchos otros planetas extrasolares, que orbitan este tipo de estrellas. 

De acuerdo a una nota de prensa de la Universidad de California en Riverside, en Estados Unidos, uno de los centros académicos que participó de la investigación, aunque la Tierra también pierde parte de su atmósfera con el tiempo debido a la influencia del Sol, las emisiones volcánicas y otros procesos del ciclo del carbono hacen que la pérdida sea apenas perceptible, porque rápidamente se repone lo perdido

Sin embargo, ante una mayor proximidad a una estrella, un planeta no puede seguir reponiendo la cantidad de la atmósfera que pierde, llevando a su eliminación total. Es un caso similar al de Mercurio en nuestro Sistema Solar: posee una atmósfera extremadamente delgada, compuesta de átomos que el Sol arranca de su superficie. El calor abrasador del planeta hace que estos átomos escapen al espacio y la atmósfera se diluya, derivando en condiciones extremadamente complejas para la vida

En el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista The Astrophysical Journal Letters, los científicos determinaron que GJ 1252b carece de atmósfera luego de medir la radiación infrarroja del planeta, cuando su luz se oscureció durante un eclipse secundario. Este fenómeno ocurre cuando un astro pasa detrás de una estrella y su propia luz, al igual que la luz reflejada por su estrella, se bloquean. 

¿Características que se repiten?

Los resultados indicaron que las temperaturas en este exoplaneta serían suficientes para derretir el oro, la plata y el cobre. Tanto el calor extremo como la baja presión en la superficie indicarían que el exoplaneta ya no posee atmósfera. Aunque una enorme cantidad de dióxido de carbono atrapara el calor, los investigadores concluyeron que GJ 1252b no sería capaz de preservar una atmósfera "protectora" para la vida. 

Se estima que el planeta podría tener 700 veces más carbono que la Tierra, pero aún así no tener atmósfera. Aunque la misma se acumularía inicialmente, luego disminuiría y se erosionaría hasta desaparecer. Los especialistas creen que estas condiciones podrían repetirse en muchos mundos extrasolares similares, debido a la gran cantidad de estrellas enanas M que existen en el Universo. 

A pesar de esto, las observaciones que se están desarrollando con el Telescopio Espacial James Webb de la NASA podrían demostrar que otros exoplanetas, ubicados más lejos de su estrella, sí podrían ser capaces de mantener una atmósfera y crear ambientes más propicios para la vida. Será una incógnita que quizás podamos revelar en los próximos meses o años. 

Referencia

GJ 1252b: A Hot Terrestrial Super-Earth with No Atmosphere. Ian J. M. Crossfield et al. The Astrophysical Journal Letters (2022). DOI:https://doi.org/10.3847/2041-8213/ac886b