Astronomía

Descubren dos mundos similares a la Tierra en una ubicación perfecta para la vida

Ya son 7 los exoplanetas parecidos a la Tierra descubiertos en sistemas cercanos

Recreación artística de los dos planetas de la masa de la Tierra orbitando la estrella GJ 1002.

Recreación artística de los dos planetas de la masa de la Tierra orbitando la estrella GJ 1002. / Créditos: Alejandro Suárez Mascareño e Ines Bonet (IAC).

Pablo Javier Piacente

Los astrónomos han identificado dos mundos con masas similares a la Tierra, ubicados en la zona habitable alrededor de una estrella enana roja llamada GJ 1002, a solo 16 años luz de distancia de nuestro Sistema Solar. Los exoplanetas descubiertos están orbitando su estrella a una distancia donde, teóricamente, podría haber agua líquida en su superficie y desarrollarse alguna forma de vida.

Un equipo internacional de investigadores liderado por científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), de España, ha identificado dos mundos con masas similares a la Tierra en órbita alrededor de la estrella GJ 1002, una enana roja cercana a nuestro Sistema Solar. Los dos exoplanetas se encuentran en la zona de habitabilidad de la estrella, siendo una nueva demostración de que las “exo-Tierras” son más comunes de lo pensado en el Universo conocido.

Potencialmente habitables

La zona de habitabilidad o zona habitable es un área ubicada en un punto justo dentro de la influencia de una estrella en un sistema planetario: dentro de ese sector, los planetas reciben la cantidad e intensidad de luz ideal para no ser ni extremadamente calientes ni demasiado fríos. Dicho carácter templado permitiría, por lo menos en teoría, la presencia de agua líquida y de las condiciones propicias para el surgimiento de la vida

Según una nota de prensa, este parece ser el caso de GJ 1002b y GJ 1002c, los dos mundos descubiertos que orbitan alrededor de la estrella GJ 1002, ubicada precisamente a solo 16 años luz de distancia del Sistema Solar. GJ 1002 es una estrella enana roja que posee apenas un octavo de la masa del Sol: es especialmente fría y tenue, por lo tanto su zona de habitabilidad se encuentra en su área cercana de influencia. 

Las pequeñas enanas rojas son el tipo de estrellas más comunes en el Universo: en este caso, GJ 1002 está acompañada por GJ 1002b, el planeta más interior de los dos descubiertos y que tarda poco más de 10 días en completar una órbita alrededor de la estrella, y por GJ 1002c, que necesita un poco más de 21 días para concluir una vuelta entera alrededor de la enana roja. 

¿Oxígeno en GJ 1002c?

Además de haber determinado su ubicación en la zona habitable de la estrella, los especialistas también precisaron que la proximidad de la enana roja a nuestro Sistema Solar implica que los dos mundos, especialmente GJ 1002c, son excelentes candidatos para la caracterización de sus atmósferas en función de la luz que reflejan o sus emisiones térmicas. De esta manera, indicaron que el futuro espectrógrafo ANDES, que se incorporará al telescopio ELT del Observatorio Europeo Austral (ESO) podría determinar la presencia de oxígeno en la atmósfera de GJ 1002c.

El nuevo estudio que derivó en el descubrimiento de los dos mundos extrasolares, publicado recientemente en la revista Astronomy & Astrophysics, se basó en los daros aportados por dos instrumentos de observación que se utilizaron en forma conjunta: ESPRESSO (Echelle Spectrograph for Rocky Exoplanets and Stable Spectroscopic Observations) y CARMENES (Calar Alto high-Resolution search for M dwarfs with Exoearths with Near-infrared and optical Echelle Spectrographs).

Fue imprescindible la combinación de ambos instrumentos para captar la tenue luz que emana de GJ 1002 y reconocer sus firmas. El equipo de astrónomos, dirigido por Alejandro Suárez Mascareño, empleó 139 observaciones espectroscópicas o medidas de radiación en el espacio profundo, tomadas entre 2017 y 2021, para detectar a los dos planetas alrededor de la enana roja.

Referencia

Two temperate Earth-mass planets orbiting the nearby star GJ 1002. A. Suárez Mascareño et al. Astronomy & Astrophysics (2022). DOI:https://doi.org/10.1051/0004-6361/202244991