Biodiversidad

Insectos, plantas y moluscos son los olvidados de la sexta gran extinción

La tasa de extinción actual es 1.000 veces superior a la de las anteriores desapariciones masivas de especies

Los insectos figuran entre los olvidados de la sexta gran extinción de especies.

Los insectos figuran entre los olvidados de la sexta gran extinción de especies. / Erik Karits en Pixabay.

F. Javier Martín Rodríguez, investigador en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC).

Un millón de especies de insectos (la mitad del total descrito), seguidos de unas 280.000 plantas vasculares y de más de 110.000 de moluscos, son los grandes olvidados de la sexta gran extinción, aunque representan al 75% de las especies descritas: las tres cuartas partes de la biomasa de insectos ha desaparecido en los últimos 27 años y las plantas con semillas se pierden a un ritmo 500 veces superior al de una extinción natural.

A lo largo de la historia de La Tierra ha habido momentos clave en los que el número de especies se redujo drásticamente. Los conocemos como grandes extinciones, causadas principalmente por cataclismos geológicos como volcanes o meteoros. En la actualidad vemos cómo cientos de miles de especies desaparecen ante nuestros ojos, desde la malva Trochetiopsis erythroxylon hasta el tigre de Tasmania. ¿Estamos frente a una nueva gran extinción? ¿Qué la motiva? ¿Hasta dónde puede llegar?

Cuando tiene lugar uno de estos colosales eventos, como cadenas de volcanes que expulsan lava y cenizas durante millones de años, queda registrado en las capas geológicas, junto con los fósiles de los seres vivos que han muerto en el proceso.

Gracias a estas huellas, observamos un total de 5 momentos en los que ha tenido lugar una extinción masiva de especies, generalmente relacionadas con actividad volcánica y tectónica.

Millones de años

También hemos comprobado que, en su mayoría, estos procesos de extinción han sido muy dilatados en el tiempo, del orden de millones de años.

Una excepción fue la famosa extinción del Cretácico-Paleógeno, en la cual los dinosaurios desaparecieron y que ocurrió de forma abrupta, ya que se debió a la colisión de un meteorito.

El primer mes desde dicha colisión fue catastrófico para la vida que había por entonces. Pero, aun así, el proceso de extinción se alargó mucho más por el efecto dominó.

Ritmo alterado

Los seres vivos de nuestro tiempo están muriendo a unos ritmos que nos dejan completamente desubicados. La extinción de especies actual se está llevando a cabo a una escala temporal de cientos de años, cuando las anteriores eran de millones, lo que nos lleva a unas tasas de hasta 1.000 veces superiores a las ratios de las anteriores extinciones masivas.

Pero con esos ritmos… ¿no se habrían extinguido ya todas las especies? Lo cierto es que no porque, a pesar de la velocidad a la que desaparecen, la mayoría de los seres con los que compartimos planeta pasan desapercibidos.

En el debate científico sobre si hay o no sexta extinción, los datos han estado muy centrados en las poblaciones de animales vertebrados. Se han estudiado principalmente mamíferos y aves, con la adición en las últimas décadas de los anfibios (muy sensibles a la contaminación y los cambios ambientales por su piel permeable) y a los corales (que tuvieron su boom particular). Son los llamados taxones bandera.

Sea por lo que sea, con estos animales empatizamos más y tienen más tirón mediático. Pero dentro de los seres vivos, los mamíferos, aves, anfibios y corales solo ocupan un pequeño rincón dentro de la enorme diversidad de especies. Hay descritas unas 92.000 especies de ellos, contando los extintos. Y el número total de especies descritas de estos taxones es de más de dos millones.

Los moluscos también están en extinción.

Los moluscos también están en extinción. / Peace,love,happiness en Pixabay.

Desapercibidos afectados

La aplastante mayoría de especies están descritas en taxones que no tienen tanta trascendencia social: alrededor de un millón de especies de insectos (la mitad del total descrito), seguidos de unas 280.000 plantas vasculares y de más de 110.000 de moluscos.

Por desgracia, estos grupos (a excepción de algunas plantas vasculares) no han sido tan estudiados como los taxones bandera mencionados anteriormente, pero suponen la friolera del 70% de todas las especies descritas. Y, por supuesto, a estas especies les afecta también la sexta extinción.

Un estudio realizado en los espacios naturales protegidos de Alemania ha observado un declive del 75% de toda la biomasa de insectos en los últimos 27 años. Y en plantas con semillas se han alcanzado ritmos de extinción 500 veces superiores al de una extinción natural. Y a nadie parece importarle. Ni siquiera a la mayoría de los investigadores.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), es la principal plataforma científica encargada del seguimiento y estudio de las especies amenazadas.

En grupos como los mamíferos, aves y anfibios, más del 90% de las especies han sido categorizadas en un estado de conservación (ya estén o no en peligro de extinción). Sin embargo, para moluscos e insectos, la categorización no supera el 10%. Directamente no hay estudios sobre la gran mayoría de estos animales.

¿Qué está pasando?

la biodiversidad está en rápido declive a niveles de las grandes extinciones anteriores.

Pero esta vez no hay supervolcanes cubriendo de ceniza todo el cielo del planeta. Las placas tectónicas están en su actividad habitual y tampoco ha caído ningún meteorito de consecuencias devastadoras. Entonces… ¿qué está pasando aquí?

Lo que está pasando somos nosotros, los humanos.

La presión humana a los ecosistemas para ganarles terreno hace que se destruyan hábitats ya colonizados por otras especies, además de suponer una sobreexplotación y contaminación de los recursos naturales.

Las actividades humanas que han propiciado un cambio climático provocan que el resto de las especies no tenga tiempo para adaptarse, precisamente por su velocidad.

La introducción de especies ha ocasionado asimismo un perjuicio para las nativas.

Diversidad desconocida

Se está perdiendo una diversidad desconocida. Apenas sabemos lo que hay, intuimos lo que se está perdiendo y desconocemos las consecuencias.

Pero si prestamos atención, lo vemos claramente. Bosques enormes de una única especie. Mares menores - y mayores - esquilmados. Coches sin insectos estrellados en la luna después de un viaje de 4 horas en primavera.

Es una sangría, y el torniquete no se espera pronto. Pero al menos tengamos claro que hasta en extinciones hay olvidados. La vida es mucho más.

Referencias

- Cowie, R. H., Bouchet, P., & Fontaine, B. (2022). The Sixth Mass Extinction: fact, fiction or speculation?. Biological Reviews. https://doi.org/10.1111/brv.12816

- Hallmann, C. A., Sorg, M., Jongejans, E., Siepel, H., Hofland, N., Schwan, H., ... & de Kroon, H. (2017). More than 75 percent decline over 27 years in total flying insect biomass in protected areas. PloS one12(10), e0185809. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0185809

- Humphreys, A. M., Govaerts, R., Ficinski, S. Z., Nic Lughadha, E., & Vorontsova, M. S. (2019). Global dataset shows geography and life form predict modern plant extinction and rediscovery. Nature ecology & evolution3(7), 1043-1047. https://doi.org/10.1038/s41559-019-0906-2