Ciencia Planetarias

Descubren la evidencia más temprana de un meteorito impactando contra la Tierra

Diminutas esferas de roca, cada una de menos de un milímetro de diámetro, son pequeños trozos provocados por el impactos que sobrevivieron al paso del tiempo

Los impactos de meteoritos marcaron a fuego el desarrollo de la Tierra primitiva.

Los impactos de meteoritos marcaron a fuego el desarrollo de la Tierra primitiva. / Crédito: A Owen en Pixabay.

Pablo Javier Piacente

Múltiples fragmentos de piedra encontrados en una formación rocosa en Australia Occidental pueden ser la evidencia más antigua del impacto de un meteorito en la Tierra, que se habría concretado hace casi 3.500 millones de años. Los restos se descubrieron dentro de un grupo de rocas sedimentarias y volcánicas llamado Formación Dresser.

Un grupo de científicos de la Universidad de Viena, en Austria, afirma haber descubierto la evidencia más antigua del impacto de un meteorito contra la superficie terrestre, en un área rocosa de Australia Occidental. La colisión se habría producido exactamente hace 3.480 millones de años, mientras que la anterior evidencia más antigua corresponde a dos depósitos de impacto, que se concretaron hace 3.470 millones y 3.450 millones de años.

“Gotas” de piedra que hablan del pasado

Según indicó el especialista Christian Köberl durante una presentación en la Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria (LPSC), realizada en Texas, Estados Unidos, el pasado el 14 de marzo, los restos descubiertos junto a su equipo de colaboradores de la Universidad de Viena se encontraban en el interior de un área de rocas sedimentarias y volcánicas denominado Formación Dresser, que conforma el llamado cratón de Pilbara.

Esta región de Australia Occidental es reconocida por ser una de las pocas áreas que permanecen con restos del eón Arcaico sobre la Tierra. Además, estudios recientes han identificado en esa zona algunos de los indicios de vida microbiana más antiguos descubiertos en nuestro planeta, además de ser estudiada como un ambiente similar al que podría existir en otros planetas del Sistema Solar. 

Ahora, Köberl y sus colegas han hallado diminutas esferas de roca, cada una de menos de un milímetro de diámetro, dispersas en capas a lo largo de una serie de núcleos de perforación analizados en la Formación Dresser. Conocidas técnicamente como esférulas, estos pequeños fragmentos se pueden formar de distintas maneras: en este caso, serían el producto de la colisión de un meteorito. Cuando la roca espacial impacta contra la Tierra, crea “salpicaduras” de material rocoso derretido, que posteriormente se solidifica en forma de pequeñas gotas.

Nuevos elementos que llegaron desde el espacio

Para confirmar el origen de las esférulas, los investigadores emplearon una serie de técnicas de vanguardia para analizar sus texturas y composiciones químicas. “Los componentes extraterrestres dominan la composición de estas capas de esférulas”, indicó Köberl en la conferencia, según un artículo publicado en New Scientist. 

Entre los componentes hallados destaca una gran cantidad de iridio, diversos isótopos de osmio y minerales denominados espinelas de níquel-cromo. Al mismo tiempo, los investigadores apreciaron formas características de mancuernas o burbujas en el interior de las diminutas estructuras, que son habituales en las esferas de impacto debido a las condiciones del proceso de solidificación, que tiene lugar luego de la colisión. 

De acuerdo a los investigadores, las esferas recién descubiertas son prácticamente idénticas a otros restos ligeramente más jóvenes, que fueron hallados también en Australia y Sudáfrica. Sin embargo, la datación efectuada y el análisis de la composición de las esférulas de la Formación Dresser confirmarían que se trata de la evidencia más antigua de impacto de un meteorito identificada hasta el momento. 

Este tipo de hallazgos es crucial para comprender en profundidad el pasado de nuestro planeta, porque las condiciones de la Tierra primitiva y los cambios que fueron sucediendo estaban ligados directamente a cuántos meteoritos la bombardeaban en un momento dado. Estas rocas espaciales entregaron múltiples elementos y sustancias que enriquecieron a nuestro planeta, creando las condiciones para el desarrollo de la vida y modificando sus características ambientales.