Antropología

Revelan al detalle el funcionamiento del antiguo calendario maya de 819 días

Luego de ser redescubierto, el viejo calendario maya fue objeto de numerosos estudios desde la década de 1940 hasta hoy

El más enigmático de los ciclos del calendario maya, la cuenta de 819 días, ha desafiado a los científicos durante décadas.

El más enigmático de los ciclos del calendario maya, la cuenta de 819 días, ha desafiado a los científicos durante décadas. / Crédito: Juan Francia en Pixabay.

Pablo Javier Piacente

Una nueva investigación ha descubierto que estudiando cómo funcionaba el calendario maya durante un período más amplio que el conocido hasta hoy, no de 819 días sino de 45 años, y al relacionarlo con el tiempo que tarda en aparecer un objeto celeste para volver aproximadamente al mismo punto del cielo, en un ciclo que se conoce como período sinódico, es posible revelar los detalles ocultos del calendario desarrollado hace siglos en la Mesoamérica precolombina.

Investigadores de la Universidad Tulane en Luisiana, Estados Unidos, han resuelto finalmente el misterio del calendario de 819 días utilizado por los antiguos mayas, que ha intentado descifrarse y comprenderse en los últimos 80 años. Ampliando su visión y utilizando un lapso de 45 años, los científicos pudieron hacer coincidir este calendario con los ciclos planetarios de todos los astros que podrían haber sido visibles para los astrónomos mayas.

Una civilización que ha dejado profundas huellas

Los mayas fueron una civilización mesoamericana que se desplegó por los actuales territorios de Guatemala, Belice, México, Honduras y El Salvador, abarcando una superficie total de alrededor de 300.000 kilómetros cuadrados. Los registros indican que surgió sobre el año 2.000 antes de Cristo y culminó su influencia en torno al año 1.697 después de Cristo. Diferentes aspectos socioculturales la destacan de otras civilizaciones americanas, como su escritura, arte y arquitectura, su rica mitología, sus notables sistemas de numeración y sus avances en astronomía y matemáticas.

En ese marco, la investigación sobre la antigua civilización maya y su relación con el tiempo y el Universo ha arrojado múltiples calendarios, que probablemente fueron utilizados por los eruditos de la época con distintos propósitos. Sin embargo, no todos tienen sentido en el mundo actual, por lo menos en una primera mirada. 

Uno de estos calendarios, descubierto en los textos glíficos mayas, el sistema de escritura nativo de esta civilización basado en símbolos gráficos, suscitó especial interés entre los investigadores, que han intentado descifrarlo desde 1940 hasta hoy: es el calendario maya de 819 días. Ahora, la nueva investigación publicada recientemente en la revista Ancient Mesoamerica arroja luz sobre este enigmático calendario. 

En principio, al estar acostumbrados a un calendario de 365 días no resulta sencillo comprender un calendario que tiene 819 días, especialmente porque el giro de nuestro propio planeta no coincide con este número. De acuerdo a un artículo publicado en Interesting Engineering, los glifos antiguos han sumado una nueva capa de complejidad a este calendario, demostrando que consta de cuatro partes e incluso dispone de un esquema direccional de colores. ¿Cuál es, entonces, el sentido de este sistema?

Una visión más amplia

En el nuevo estudio, los especialistas John Linden y Victoria Bricker sostienen que el propósito de este calendario maya solamente puede entenderse si ampliamos nuestro punto de vista. En vez de mirar el calendario durante períodos cortos de tiempo, lo utilizaron durante más de 20 períodos de 819 días cada uno, o sea 16.380 días y aproximadamente 45 años, encontrando un patrón que coincide con respecto al período sinódico de los planetas

Se denomina período sinódico al intervalo de tiempo que tarda un planeta en aparecer visualmente en el mismo lugar en el cielo, al observarse desde la Tierra. Ese ciclo de observación habría sido la causa real del calendario de 819 días: por ejemplo, Marte, con un período sinódico de 780 días, coincide exactamente con 20 ciclos de un calendario de 819 días, mientras que Venus necesita 7 períodos sinódicos para coincidir con 5 cuentas de 819 días.

Según los investigadores, los mayas no limitaron su enfoque a solo uno o dos planetas, sino que crearon un gran sistema de calendario que podía usarse para predecir los período sinódicos de todos los planetas visibles. De acuerdo a un artículo publicado en Science Alert, otras pistas ya sugerían que la cuenta de 819 días estaba asociada con los períodos sinódicos de los planetas visibles del Sistema Solar. 

Es que se sabía que los mayas tenían mediciones extremadamente precisas de los períodos sinódicos de los planetas visibles, o sea los astros que se pueden ver a simple vista desde la Tierra: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Sin embargo, la dificultad que parece haber resuelto la nueva investigación es averiguar cómo funcionaban estos períodos sinódicos en el contexto de la cuenta de 819 días.

Referencia

The Maya 819-Day Count and Planetary Astronomy. John H. Linden and Victoria R. Bricker. Ancient Mesoamerica (2023). DOI:https://doi.org/10.1017/S0956536122000323