Una sola proteína puede haber contribuido al surgimiento del lenguaje hablado

Una intrigante evidencia genética sugiere que una variante de proteína que se encuentra solamente en los seres humanos puede haber ayudado a dar forma a la aparición del lenguaje hablado, una característica clave que nos diferencia del resto de las especies.

Científicos de la Universidad Rockefeller, en Estados Unidos, comprobaron que una variante exclusivamente humana de la proteína NOVA1, que colabora con el ARN (ácido ribonucleico) en el cerebro para propiciar el desarrollo neuronal, produjo un extraño efecto al ser aplicada en ratones: alteró sus vocalizaciones cuando intentaban llamarse unos a otros.

El estudio, publicado en la revista Nature Communications, también verificó que la variante no se encuentra ni en los neandertales ni en los denisovanos, humanos arcaicos con los cuales se cruzaron nuestros antepasados y cuyos rastros genéticos permanecen en muchos genomas humanos en la actualidad.

Un pequeño cambio genético inicia una revolución

Los investigadores creen que esta variante podría ser un gen que protagonizó un cambio evolutivo radical en los primeros humanos modernos, marcando un posible orígen antiguo del lenguaje hablado. Aunque es solo uno de los muchos cambios genéticos específicos del ser humano, NOVA1 podría ser el inicio de una de las características que nos hacen únicos en el planeta.

Las adaptaciones anatómicas del tracto vocal y las complejas redes neuronales que hemos desarrollado permiten nuestras capacidades lingüísticas. Las mismas van mucho más allá de la emisión de sonidos: facilitan un entramado simbólico que nos permite descubrir y explicar el mundo con una complejidad no observada en otras especies. Sin embargo, la genética detrás de estos cambios evolutivos no se entiende aún en profundidad.

Según una nota de prensa, NOVA1 produce una proteína de unión al ARN específica de la neurona clave para el desarrollo del cerebro y el control neuromuscular, que se encuentra en forma prácticamente idéntica en un amplio rango de especies, desde mamíferos hasta pájaros, pero no en humanos. En cambio, el Homo sapiens ha desarrollado su propia forma única, que se diferencia por un solo cambio de un aminoácido, de isoleucina a valina, en la posición 197 en la cadena de proteínas.

Aclarando el procesamiento del lenguaje en el cerebro

Mediante complejos análisis genéticos, los científicos comprobaron que la introducción de la variante humana en roedores generó cambios en las llamadas sexuales entre ratones macho y ratones hembra. Al mismo tiempo, la modalidad no aparece entre neandertales y denisovanos.

“Nuestros datos muestran que una población ancestral de humanos modernos en África evolucionó la variante humana de NOVA1, que luego se hizo dominante. Es probable que se haya transformado en una ventaja relacionada con la comunicación vocal. Esta población abandonó África y se extendió por todo el mundo", indicó en el comunicado el investigador Robert Darnell, uno de autores del estudio.

A futuro, el hallazgo podría brindar información importante sobre cómo funciona el cerebro durante las comunicaciones vocales, y cómo su mala regulación conduce a determinados trastornos.