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Ciencias de la Tierra / Epidemiología

Las muertes por olas de calor en Europa pueden predecirse

La precisión de los nuevos sistemas de alerta se basa en la integración de datos climáticos con estadísticas fiables de salud correspondientes a cada región

Las grandes olas de calor y las pérdidas humanas pueden predecirse, según un nuevo estudio.

Las grandes olas de calor y las pérdidas humanas pueden predecirse, según un nuevo estudio. / Crédito: tinkerman en Unsplash.

Redacción T21

Un estudio analizó los veranos extremadamente calurosos de Europa en 2022 y 2023 y logró hacer pronósticos con aproximadamente una semana de anticipación. Antiguamente, los sistemas de alerta se basaban solo en la temperatura: el nuevo sistema de previsión considera tanto los datos meteorológicos como las estadísticas sanitarias, logrando predecir con mayor precisión cómo el calor puede afectar a las muertes.

Se estima que los veranos de 2022 y 2023 provocaron 60.000 y 50.000 muertes relacionadas con el calor en Europa, respectivamente. Para proteger a las personas, se requieren pronósticos más confiables y sistemas de alerta realmente efectivos.

Una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS) demuestra que las muertes asociadas a olas de calor en Europa pueden pronosticarse con antelación suficiente como para orientar medidas sanitarias y salvar vidas. Los investigadores desarrollaron un sistema que combina pronósticos meteorológicos y datos históricos de mortalidad para estimar, distrito por distrito, cuántas muertes podría causar una ola de calor en los próximos días.

Ajustes locales

Los científicos de la Universidad de Uppsala, en Suecia, evaluaron la capacidad del modelo durante los veranos extremos de 2022 y 2023 en Europa, y hallaron que las predicciones fueron útiles hasta con una semana de antelación en muchos casos.

A diferencia de los sistemas de alerta tradicionales, que se apoyan solo en umbrales de temperatura, este enfoque estadístico incorpora la relación observada entre temperatura y mortalidad en cada distrito, lo que permite ajustar la respuesta según la vulnerabilidad local.

Los números son contundentes, de acuerdo a una nota de prensa: los veranos de 2022 y 2023 se vinculan a decenas de miles de muertes por calor en el continente, cifras que ponen de relieve la urgencia de mejorar las herramientas de prevención. El sistema probado mostró además un mejor rendimiento que las estimaciones basadas en promedios históricos, principalmente durante episodios excepcionalmente cálidos.

Información fiable

Con pronósticos fiables de mortalidad por calor, las autoridades pueden priorizar recursos, como la activación de centros de enfriamiento, campañas de comunicación dirigidas a personas de edad avanzada y enfermos crónicos, o despliegue de equipos médicos, en las zonas donde el riesgo previsto es mayor. Esa focalización puede marcar la diferencia entre intervenciones reactivas y medidas preventivas efectivas.

Referencia

Skillful heat-related mortality forecasting during recent deadly European summers. Emma Holmberg et al. PNAS (2025). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2426516122

Sin embargo, las predicciones se basan en relaciones históricas entre temperatura y mortalidad, y esas relaciones pueden cambiar si la conducta de la población o las infraestructuras evolucionan. Además, la precisión depende de la calidad de los datos de salud, un verdadero desafío en algunas regiones.

A pesar de estas limitaciones, los expertos creen que incorporar estimaciones de mortalidad directamente en las alertas térmicas convierte la advertencia en una herramienta más práctica. En un escenario de calentamiento global donde olas de calor como las de 2022 dejarán de ser excepcionales, anticipar no solo la temperatura sino sus consecuencias en vidas humanas se transforma en una imprescindible estrategia de adaptación.

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