Neurociencia Cognitiva
Descubierto el "interruptor" cerebral que activa la toma de decisiones
Hay dos momentos claves asociados a comportamientos neuronales: la recopilación de información y el procesamiento que conduce a la decisión irrevocable

Ilustración del mecanismo neuronal de la decisión: la fase de acumulación de datos (en azul) es receptiva a la información, mientras que la fase de compromiso (en naranja) representa la actividad cerebral autónoma que sella la elección final, ignorando nuevos estímulos. / IA/T21
Tomar una decisión no es un gesto continuo, sino una transición repentina en el cerebro. Tras un periodo de integración de señales, un cambio coordinado en la actividad neuronal sella la elección y bloquea la influencia de nueva información. Ese instante, medible en cada caso, explica por qué pasamos de la duda a la certeza incluso cuando siguen llegando datos.
Nuestro cerebro toma decisiones constantemente, desde las más triviales hasta las que marcan el rumbo de nuestra vida. Pero ¿qué ocurre exactamente en el interior de nuestra cabeza en ese instante crítico en el que pasamos de la duda a la certeza?
Un nuevo estudio, cuyos resultados se publican en la revista Nature, ha logrado desvelar el mecanismo neuronal que se esconde detrás de ese momento en el que, simplemente, "decidimos". La investigación revela que tomar una decisión no es un acto único y fluido, sino un proceso de dos fases bien diferenciadas, con un punto de inflexión que marca el instante preciso del compromiso.
Cuando el cerebro está sopesando una decisión importante, vive dos momentos fugaces, pero claramente diferenciados. En la primera fase, actúa como un detective meticuloso, recopilando y analizando pruebas.
La actividad neuronal en esta etapa está dominada por los estímulos sensoriales y la información que llega del exterior. Cada dato, cada argumento a favor o en contra, es procesado y acumulado. Los científicos llaman a esta etapa el régimen de acumulación de evidencia.
Durante este tiempo, las neuronas evolucionan a lo largo de un "eje de acumulación", lo que significa que estamos abiertos a nueva información y nuestro juicio final aún puede cambiar. Es una fase de deliberación activa, donde el cerebro sopesa las opciones de manera receptiva.
Cambio súbito
De repente, algo cambia. Llega un punto en el que el cerebro deja de escuchar al exterior para escucharse a sí mismo. Este es el momento del compromiso, un instante que los investigadores han logrado identificar y bautizar como tiempo de compromiso neurálgicamente inferido (nTc).
Esta transición marca el paso a la segunda fase, donde la dinámica cerebral se vuelve autónoma. Ya no son los datos externos los que mandan, sino los procesos internos del propio cerebro. La actividad neuronal cambia de dirección y pasa a moverse a lo largo de un "eje de compromiso de la decisión", que es casi perpendicular al eje anterior.
En esta fase, la decisión ya está tomada a nivel interno, y el sistema se dedica a consolidarla, volviéndose mucho menos sensible a la información que pueda contradecirla.
Referencia
Transitions in dynamical regime and neural mode during perceptual decisions. Thomas Zhihao Luo et al. Nature (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-025-09528-4
Experimento con ratas
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron un experimento con ratas entrenadas para decidir de qué lado (izquierdo o derecho) escuchaban más clics de sonido. Mientras los animales tomaban sus decisiones, se registraba la actividad de cientos de sus neuronas en áreas frontales del cerebro.
Utilizando un método avanzado de inteligencia artificial, pudieron desenredar la compleja actividad neuronal y descubrir estos dos regímenes dinámicos secuenciales. Lo más revelador fue la prueba que confirmó su hipótesis: al alinear el comportamiento de los animales con el momento nTc que habían calculado para cada decisión individual, demostraron que los clics que se presentaban antes de ese instante influyeron en la elección final de la rata, pero los que llegaron después eran ignorados por completo. El animal, a nivel neuronal, ya había "hecho su elección".
Decisiones humanas
Este descubrimiento tiene profundas implicaciones para entender nuestras propias decisiones. Sugiere que el momento en que "decidimos" es un evento interno y encubierto, que no está necesariamente ligado a la acción final de comunicar o ejecutar nuestra elección.
Este punto de inflexión, el nTc, puede ocurrir mucho antes del acto motor y su momento exacto varía enormemente de una decisión a otra.
Este modelo de dos fases también ayuda a explicar por qué distintas neuronas se comportan de manera diferente durante la toma de decisiones: algunas muestran una actividad que crece gradualmente ("en rampa"), mientras que otras se activan de forma súbita ("en escalón").
Esto podría deberse a que unas neuronas están más implicadas en la fase de acumulación de evidencia y otras en la de compromiso.
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