Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Bioelectrónica / Informática

Los ordenadores del futuro usarán hongos como chips

Los hongos ofrecen amplias ventajas para integrarse a ordenadores biológicos más eficientes y accesibles

Algunos hongos son fuertes candidatos a convertirse en parte de la materia prima de la electrónica del mañana.

Algunos hongos son fuertes candidatos a convertirse en parte de la materia prima de la electrónica del mañana. / Crédito: The Ohio State University.

Pablo Javier Piacente / T21

Los científicos descubrieron que los hongos comestibles comunes, como los hongos shiitake, pueden cultivarse y entrenarse para que actúen como memristores orgánicos, un tipo de procesador de datos que puede recordar estados eléctricos pasados: podrían convertirse en la base de una nueva generación de ordenadores que aprovechen las ventajas de la bioelectrónica.

Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, han dado un paso clave en el terreno de la informática biológica: lograron fabricar y probar memristores, que son componentes capaces de almacenar y procesar información eléctrica, a partir de hongos comestibles como el shiitake. El nuevo estudio, publicado en la revista PLOS One, muestra que redes fúngicas pueden comportarse como elementos de memoria de bajo consumo, reciclables y resistentes, dando lugar a un futuro en el cual parte de la electrónica funcione a partir de materia viva.

Un nuevo escenario en la computación neuromórfica

Se sabe que la computación neuromórfica, inspirada en la estructura del cerebro humano, brinda importantes ventajas en el procesamiento paralelo, el almacenamiento de memoria y la eficiencia energética. A pesar de esto, los chips neuromórficos actuales basados en semiconductores requieren materiales de tierras raras y costosos procesos de fabricación, en tanto que los organoides neuronales necesitan un complejo mantenimiento de biorreactores, según explican los científicos.

En la nueva investigación, los especialistas exploraron las funcionalidades de los hongos shiitake (Lentinula edodes) como una alternativa eficiente y sostenible, explotando su señalización eléctrica adaptativa, semejante a la activación neuronal. Lograron demostrar que la computación fúngica puede ser una opción interesante dentro de la bioelectrónica, mediante redes de hongos interconectadas con electrodos.

Efectividad y desafíos hacia el futuro

Las pruebas realizadas indican que los memristores fúngicos pueden cultivarse, entrenarse y conservarse mediante deshidratación, manteniendo su funcionalidad a frecuencias de hasta 5,85 kHz, con una precisión del 90 %. El equipo científico destaca que el shiitake ha mostrado resistencia a la radiación, algo que sugiere su viabilidad para aplicaciones aeroespaciales.

Referencia

Sustainable memristors from shiitake mycelium for high-frequency bioelectronics. John LaRocco et al. PLoS One (2025). DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pone.0328965

Los hallazgos muestran que los ordenadores fúngicos pueden proporcionar plataformas escalables y ecológicas para tareas neuromórficas, conectando la bioelectrónica y la computación no convencional. De acuerdo a una nota de prensa, los memristores fúngicos se cultivan con recursos escasos y son biodegradables, reduciendo la huella ambiental de la electrónica.

Los investigadores sostienen que, en teoría, estos dispositivos podrían fabricarse en escalas que van desde un pequeño compostero casero hasta instalaciones industriales. Sin embargo, los científicos también advierten que la tecnología está en una fase temprana: las pruebas se realizaron con muestras relativamente voluminosas y en períodos cortos de menos de dos meses, mientras que la variabilidad entre cultivos aún dificulta la reproducción a microescala, necesaria para competir con la microelectrónica actual.

Tracking Pixel Contents