Un equipo internacional de astrónomos ha identificado el segundo y el tercer ejemplo conocidos hasta la fecha de un misterioso tipo de sistema estelar que comprende dos estrellas centrales que se orbitan entre sí, rodeadas por un enorme disco de gas y polvo. Si estas estrellas tuvieran planetas en su sistema y nos colocaríamos en su superficie, veríamos dos soles persiguiéndose en el cielo. El esquema recuerda al conocida planeta “Tatooine”, de la serie “La guerra de las galaxias”.

Una nueva investigación liderada por científicos de la Universidad de Toronto, en Canadá, ha permitido identificar dos extraños sistemas estelares: cada uno posee un par de estrellas que se orbitan una a la otra, junto a un gran disco protoplanetario de polvo y gas. Según los especialistas, con los dos sistemas descubiertos existen solamente tres ejemplos confirmados hasta la fecha de este misterioso tipo de sistema estelar. 

Como en “La guerra de las galaxias”

De existir un planeta en uno de estos sistemas, sería como el astro “Tatooine” de la serie “Star Wars”: se verían dos soles en el firmamento. Además, en este caso también apreciaríamos un disco alrededor de las estrellas. Según una nota de prensa, sería similar a los anillos de Saturno pero con una extensión notablemente mayor, con las estrellas orbitando en el medio de esa estructura y creando un paisaje cósmico único.

Los sistemas estelares se han denominado Bernhard-1 y Bernhard-2: están tan distantes que no es posible apreciar sus dos estrellas centrales. Desde la Tierra, los científicos solo pueden ver un único punto de luz y así medir el brillo total de cada sistema binario. La identificación de los nuevos objetos fue posible mediante el análisis de las complejas y distintivas variaciones de brillo causadas por su geometría inusual. 

Las variaciones de este brillo a lo largo del tiempo constituyen un parámetro que se denomina curva de luz: los nuevos sistemas poseen curvas que coinciden con las del primer sistema de este tipo que había sido identificado previamente, un objeto denominado Kearns Herbst 15D (KH 15D). El estudio de estas variaciones permitió concluir que el disco protoplanetario y las estrellas de cada sistema estaban en ángulo entre sí, según la nueva investigación publicada en The Astrophysical Journal Letters.

Una misteriosa inclinación

Los discos protoplanetarios que poseen los nuevos sistemas descubiertos son similares a los existentes en otras partes del Universo, como por ejemplo en nuestro Sistema Solar, pero este aspecto extraño desconcierta a los astrónomos: se encuentran en ángulo con respecto a las órbitas de sus estrellas centrales

Se sabe que estos discos forman eventualmente familias de planetas a partir de la acumulación de material, pero hasta el momento se desconocía que pudieran tener esta disposición. Los astrónomos descubrieron que las estrellas binarias y sus discos protoplanetarios se condensan a partir de la misma enorme nube giratoria de material, por tanto el disco se encuentra en el mismo plano que las órbitas de las estrellas.

Sin embargo, Kearns Herbst 15D y los nuevos sistemas descubiertos, Bernhard-1 y Bernhard-2, son extraños porque sus discos protoplanetarios están en ángulo con los planos de las estrellas en órbita. Debido a esta inclinación, los discos se tambalean como un trompo, un movimiento que hace que la luz de las estrellas centrales se atenúe. Al parecer, este ciclo podría llevar entre 60 y 6.000 años.

Según los científicos, el descubrimiento de objetos como estos es importante para nuestra comprensión de la formación de planetas. Los planetas nacen a partir de estos discos, por lo tanto la existencia de estas estructuras alrededor de estrellas binarias muestra que es probable que encontremos más planetas en esta clase de sistemas dobles. 

Referencia

Two Candidate KH 15D–like Systems from the Zwicky Transient Facility. Wei Zhu et al. The Astrophysical Journal Letters (2022). DOI:https://doi.org/10.3847/2041-8213/ac7b2d