El que fuera matador de toros madrileño José Manuel Inchausti «Tinín», de 74 años de edad, falleció ayer en València a consecuencia de un cáncer muy extendido. Tinín, que fue figura del toreo a finales de los 60 y que actualmente ejercía labores de «veedor» para la empresa Matilla, era uno de los personajes más queridos y peculiares del mundo taurino, aunque durante un tiempo trabajó como ayudante de Joan Manuel Serrat y de Camilo Sesto cuando ambos artistas compartían representante, José María Lasso de la Vega.

En una autobiografía, Camilo Sesto recordaba varias vivencias compartidas con Tinín, al que calificaba como «cordial, amable, servicial y eficacísimo, sólo le faltaba para ser perfecto un poco de finura y diplomacia». Cuenta, por ejemplo, la vez que el «road manager» se enfrentó e insultó a unos militares argentinos que habían encañonado al músico de Alcoi para obligarle a grabar varias canciones en una radio. «Por Dios, Tinín, que nos fríen, cállate, que tengo el tubo en la sien!», rememoraba Sesto. «Era un compañero ideal, sobre todo para los momentos de apuro», añade en sus memorias.

La carrera de Tinín fue triunfal ya desde su arranque como novillero. Con fama de rebelde, actitud castiza y un lenguaje «cheli» típicamente madrileños, tomó la alternativa en Madrid el 21 de mayo de 1966 y de manos de Paco Camino. Sus triunfos en Las Ventas le colocaron desde el primer momento en los carteles de las grandes ferias, hasta que, descontento con el trato económico de las empresas, decidió retirarse por primera vez de los ruedos en 1971, con solo 25 años de edad.

Fue entonces cuando el diestro empezó a trabajar para Lasso de la Vega, aunque aún intentó una fallida reaparición en las plazas españolas en 1974 y, de nuevo, en 1985. Hace unos meses le fue detectado un cáncer que ya se encontraba muy extendido por distintos órganos de su cuerpo y que definitivamente le ha provocado su muerte esta madrugada en Valencia, en casa de uno de los tres hijos que tuvo con distintas parejas.