Situada al noroeste de la provincia de Valencia, Llíria es la capital de la comarca del Camp de Túria. Su término municipal es uno de los más grandes en extensión de la Comunitat Valenciana y presenta un paisaje de contraste entre una zona montañosa que pertenece a los primeros contrafuertes de la sierra Calderona y la zona de huerta del margen izquierdo de la ribera del río Turia.

Goza de un excepcional patrimonio histórico cultural y es, además de una ciudad histórica, una ciudad con mucha tradición musical, siendo conocida como «La Ciudad de la Música» y reconocida como Ciudad Creativa de la Música por la UNESCO -una distinción que sólo comparte Sevilla en España y otras 40 ciudades en todo el mundo-. Estas dos características la convierten en toda una «Sinfonía de Culturas» tanto para los llirianos como para sus visitantes.

Edeta íbera

El municipio alberga uno de los conjuntos arqueológicos y monumentales más significativos de toda la Comunitat Valenciana.

El yacimiento es el corazón de la antigua Edeta íbera, capital de una región que se extendió desde el Xúquer al Palancia. La ciudad tuvo una gran influencia política y económica en la península ibérica y desempeñó un relevante papel durante la 2ª Guerra Púnica entre romanos y cartagineses, en el siglo III a.C.

El Tossal de Sant Miguel es conocido por sus cerámicas pintadas con escenas figuradas que representan diversos aspectos de la sociedad aristocrática de la época.

Por otra parte, el Santuario romano de la partida de Mura constituye uno de los conjuntos arquitectónicos más singulares e importantes de la Hispania Romana. Presenta un estado de conservación excelente, con un grado de integración urbanística notable.

Por último, Llíria todavía conserva importantes restos de su muralla medieval, especialmente destacables son los de las calles de Viriato y de San Juan de Mata. Es una obra realizada fundamentalmente con tapial de tierra con torres reforzadas con sillería de época romana que se construyó para defender la medina islámica de Lyria.