Visitar Requena es hacer un viaje a través de la historia por su patrimonio monumental y artístico. Y también es adentrarse en un mundo de sensaciones por su rica y variada gastronomía y excelentes vinos.

Cada uno de los barrios de Requena tiene su propio encanto pero principalmente hay que destacar el de la Villa. Sus calles estrechas y sinuosas son Bien de Interés Cultural y podemos descubrir sus casas antiguas, su característico estilo arquitectónico civil, así como sus edificios religiosos. Este enclave tuvo un origen defensivo, por lo que se sitúa sobre una colina rodeado de murallas.

En el barrio de las Peñas también hay varias paradas en las que debemos detener nuestros pasos, como el Museo-Biblioteca en la Fundación Lucio Gil Fagoaga, el Convento de San Francisco y la bella Iglesia de San Sebastián de estilo mudéjar. Nuestro recorrido nos lleva ahora a la zona del Arrabal, donde podemos visitar el claustro de un antiguo convento de Carmelitas y la Iglesia del Carmen. Este mismo barrio acoge el Museo Municipal de Arqueología y Etnología, el Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología, y la Escuela de Viticultura y Enología.

 

La Ruta del Vino

En una visita a Requena es obligatoria la Ruta del Vino, en la que participan 10 municipios de esta comarca, famosa por su tradición vinícola de más de 2.500 años. El recorrido permitirá conocer las diferentes bodegas y asistir a catas comentadas en las que degustar los caldos con Denominación de Origen Utiel-Requena, además de saborear los platos más tradicionales de estas tierras.

Requena también es ciudad de museos. Debemos destacar el Museo de arte contemporáneo Florencio de la Fuente, que alberga la colección privada del propio Florencio de la Fuente con obras de Miró, Dalí o Tàpies.

El Museo del Vino de Requena alberga la historia del vino de Requena a través de distintos objetos que le cuentan al visitante cómo se elabora y cuáles son las fases de producción de este preciado caldo.

También son destacables el Museo municipal, la Casa-Museo de la Seda y el Museo Sisternas.

Requena cuenta con numerosos parajes de gran riqueza natural. Destaca el Parque Natural de Las Hoces del Cabriel por su fauna y vegetación, pero también por los manantiales y aguas termales. El Balneario de Fuente Podrida es un ejemplo.

Las aguas del río Cabriel son perfectas para practicar deportes de aventura como el descenso en piragua, mientras que el entorno está repleto de senderos aptos tanto para el senderismo como para la bicicleta de montaña.