Alicante es mucho más que arroces y productos del mar, la provincia destaca por su dieta mediterránea, por su tradición y exquisitez, por la gran diversidad de cocina tradicional que se conserva por las montañas para deleitar los paladares de los visitantes.

De los arroces más singulares, como el caldero, a la olleta de la montaña, la pericana, el gazpacho o el cocido con pelotas. Todo con productos de la tierra.

Pero la gastronomía no es lo único por lo que resalta la terreta, no pueden faltar los vinos de Alicante que, además, cuentan con el sello de Denominación de Origen.

Unos vinos que ya han cosechado numerosos premios y que van desde el Moscatel hasta los rosados y licores, con un vino de origen exclusivo como es el Fondillón.

Y, cómo no, imposible olvidarnos de la variedad de uva estrella de la provincia: la Monastrell. Los hay para todos los gustos, todos ellos marcados por el intenso carácter mediterráneo de la provincia.

Para los amantes del vino, experimentados o menos expertos, las bodegas de la Costa Blanca reciben a todo aquel que quiera descubrir los encantos de los vinos de Alicante con los cinco sentidos.

Y es que, de norte a sur de la provincia encontramos la Ruta del Vino de Alicante que propone un turismo alternativo por el interior: viñedos, zonas rurales o catas.

El Enoturismo se ha convertido en una oportunidad para conocer la cultura vitivinícola, y es que Alicante tiene una larga trayectoria en la elaboración del vino. En el siglo XVI su vino ya era exportado a los reinos de Inglaterra, Escocia, Holanda y Suecia.

La viticultura alicantina se puede dividir en dos áreas: la comprendida en la zona costera de las comarcas de la Marina entre los municipios de Dénia y Calpe y otra zona más extensa en el interior entre Villena y Pinoso, la comarca del Vinalopó.

Estas visitas suponen todo un recorrido por el rico patrimonio histórico y cultural de estas zonas donde disfrutarás de sus gentes, monumentos, artesanía y productos autóctonos.

Desde Monóvar a Pinoso se puede disfrutar de un gran valle lleno de viñas y uno de los paisajes más personales de toda la zona.

En Villena se agrupan gran parte de bodegas de la zona norte. Sin olvidar Sax, Biar o Banyeres de Mariola, con sus imponentes castillos, o el Valle de Benexama, lleno de viñedos, olivos y frutales.

Experiencia de enoturismo en Alicante. ED

En esta lista vinícola tampoco se puede quedar a un lado Novelda, con su tradicional cultivo de «Uva Embolsada»; Elche, otra opción muy interesante por su fértil campo y la recuperación el cultivo de la vid con Moscatel en la pedanía de Matola; y en la comarca más montañosa de Alicante, con un clima diferente y un paisaje espectacular, Cocentaina.

Una comarca de montaña conocida por algunos como la «Toscana alicantina», con castillos, cerezas, olivos centenarios y Parques Naturales como el de la Sierra de Mariola y el Montcabre.

La zona de la Marina Alta incluye el área de Benissa, Teulada, Xaló y Parcent. Además del conocido Valle del Pop, que es la zona más cercana al mar Mediterráneo, y más abajo, l'Alfàs del Pi y Benidorm.