Tradición e innovación de unen en Torrent. Con sus más de 80.000 habitantes, la ciudad muestra su orgullo por ser un referente en sostenibilidad y, también, por albergar un rico patrimonio cultural, monumental y gastronómico, además de espacios paisajísticos y naturales propicios para el descanso y necesarios para conseguir alcanzar un óptimo bienestar en una gran urbe.

Aparte de los imponentes y modernos edificios cercanos al Parc Central y la Ciutat de l’Esport, el visitante de Torrent podrá admirar un conjunto monumental que abarca desde el pasado musulmán de la ciudad hasta la arquitectura modernista de principios del siglo XX, pasando por amplias zonas de paseo en mitad del municipio, al tiempo que podrá paladear una sabrosa tradición gastronómica que tiene como plato estrella el arroz rossejat.

 

La torre árabe

Si existe un histórico punto de encuentro para los vecinos de Torrent, ese es su torre árabe. Este emblemático monumento, del siglo XII, está compuesto por cinco plantas y una terraza, y dispone de un museo en su interior. La relevancia de esta torre es tal que goza de gran reconocimiento en el escudo del municipio.

Otros monumentos a tener en cuenta en la que es capital de l’Horta Sud son la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (s. XVI), cuyo retablo está datado del siglo XVIII; y el museo de Josep Ferrís March. En este último se muestran la arquitectura y las costumbres de una antigua casa de labradores torrentina durante la primera década del siglo XX.

En plena área metropolitana de València, Torrent cuenta con diversas zonas verdes que sirven de pulmón para la ciudad, e incluso para buena parte de la comarca. Los históricos jardines de l’Hort de Trénor albergan más de 300 especies vegetales en pleno casco urbano. Mientras, otros espacios como el Vedat o la Serra Perenxisa, con sus respectivas áreas recreativas, abundan en zonas de sosiego en plena naturaleza dentro del término municipal torrentino.

 

Gastronomía y fiestas

De lo que tampoco adolece Torrent es de lugares donde comer bien. La ciudad presenta una tradición gastronómica muy variada que abarca desde los dulces hasta arroces únicos arraigados a esta tierra, como es el caso del rossejat. Este plato típico de Torrent se cocina en cazuela y tiene como característica principal el uso como ingrediente de la pelota dulce y salada. En cuanto a los dulces, es digno de mención el chocolate torrentino. Éste alcanzó un renombre nacional después de que la ciudad albergara una de las mayores industrias chocolateras, que se implantó allí desde 1892. Y como producto todavía más local se encuentra el «Gaiato de Sant Blai», un dulce que se encuentra en todos los hornos de la ciudad el día del mismo santo, el 3 de febrero.

Torrent, además, es una ciudad que se dedica en plenitud a sus fiestas. Estos dos últimos años la pandemia de la covid-19 ha obligado a cancelarlas o a reducir al máximo sus actos. No obstante, la población ya está a la espera para lanzarse a las calles en cuanto la pandemia lo permita de forma segura para celebrar las Fallas, pero también los Moros y Cristianos o la Semana Santa, donde tiene un gran protagonismo la figura de la Reina del Encuentro, única de estas festividades en toda España. A estas se les añade el Ball de Torrent, una fiesta folclórica antigua en la que se fusionan danza, música y teatro con un carácter satírico y burlesco, que se conserva todavía hoy en día gracias, sobre todo, a los grupos de baile regional.