Hablar de la arquitectura de Sueca es hablar también del Modernismo. La creciente industrialización de finales del siglo XIX e inicios del XX y el carácter abierto de los suecanos permitieron que este movimiento artístico se difundiera rápidamente por la ciudad por aquellos tiempos.

En aquella época, los habitantes de Sueca y sus poblados marítimos empezaron a construir y a reformar edificios y casas conscientes de la trascendencia de aquellas nuevas formas arquitectónicas. La influencia del Modernismo fue de tal magnitud que hoy sigue muy presente en los edificios de la localidad.

Para poner en valor aquel movimiento, Sueca permanece adherida a la Ruta Europea del Modernismo desde el año 2006. Así, aproxima a su ciudadanía y sus visitantes a este momento histórico a través de los edificios modernistas y Art déco -e, incluso, algunos anteriores- más emblemáticos de arquitectos locales como Bonaventura Ferrando, Joan Guardiola, Emili Artal o Julià Ferrando, profesionales suecanos conocedores de todo lo que se movía artísticamente por entonces en Europa. Tan solo 30 años fueron suficientes para renovar la fisonomía del municipio y darle un carácter más moderno, que le sirve hoy en día a Sueca como un atractivo turístico más del que presumir.

Entre esos edificios se encuentra el Asilo de Ancianos (Bonaventura Ferrando, 1919), construido con el fin de albergar el panteón de la familia Baldoví-Cardona y ser la sede del Asilo de Ancianos Desamparados, fundado en 1888.

El Parque de la Estación (Antonio Monforte, 1879) es el jardín más emblemático de la ciudad, realizado con la intención de dotarla de una zona recreativa alrededor de la estación de ferrocarril. Allí están los monumentos dedicados al Maestro Serrano y a Josep Bernat i Baldoví, así como un templete musical.

Las Casas de Ignàsia Cardona (Bonaventura Ferrando, 1913) son un conjunto de seis viviendas reflejo del modernismo popular a coste reducido. Se convirtieron entonces en una de las primeras actuaciones inmobiliarias que se cerró en la ciudad suecana.

El Ateneu Sueco del Socorro (Joan Guardiola, 1929) fue construido como sede de la institución que le da nombre. Para realizar la fachada principal, el arquitecto se inspiró en referentes abstractos del arte oriental, del cual hizo una libre interpretación. En el interior hay pinturas murales de los artistas Regino Mas y Alfred Claros.

El Ayuntamiento de Sueca (Vicent Gascó, 1784) está compuesto por dos edificios: la casa Santamaría y la antigua casa consistorial, donde destacan la escala de mármol blanco, la cúpula de vidrio de estilo modernista, el salón de sesiones y el despacho de la Alcaldía.

También pertenecen al movimiento modernista el Casino l’Agricultura (Julià Ferrando, 1936), sede de la Sociedad Agrícola que se levanta sobre la antigua casa y granero de la Senyoria; o el Pasaje Vallés (Antoni Sancho, 1860), donde originariamente se ubicaba el primer cementerio del municipio.

Las Casas de Pasqual Fos y Joan Fuster (Bonaventura Ferrando, 1909-1917) conforman el Espacio Joan Fuster, lugar donde se puede descubrir el legado material que el ensayista suecano dejó.

Las Escoles Jardí de l’Ateneu y Cervantes, además del Matadero Municipal son otros de los hitos arquitectónicos modernistas presentes en Sueca, que los ciudadanos de esta localidad de la Ribera Baixa y sus visitantes pueden descubrir si siguen la Ruta Modernista que ha preparado el ayuntamiento.