Elegir Peñíscola como destino de vacaciones es una apuesta segura. La ciudad amurallada cuenta, entre sus innumerables y evidentes atractivos, con playas urbanas y un sinfín de calas paradisíacas repartidas por un espacio de singular belleza y relevante riqueza paisajística como es el Parque Natural de la Serra d’Irta.

Solo con estos atributos, a los que se suma el hecho de ser considerado uno de los pueblos más bonitos de España, bastaría para entender y justificar que la Ciudad en el Mar es una de las preferidas por el turismo nacional e internacional para pasar no solo sus vacaciones y días de asueto, sino para convertirla en lugar de segunda residencia e, incluso, para vivir todo el año.

Castillo de Peñíscola. ED

Sin embargo, el esfuerzo del consistorio se centra en ofrecer a vecinos y visitantes más recursos y atractivos que afiancen su elección y aseguren la fidelización por el destino. Por este motivo, el Ayuntamiento, con la implicación de varias áreas municipales y, especialmente, la Concejalía de Turismo, pone a disposición de todos los públicos una agenda de actividades complementaria y transversal que refuerza la clásica oferta de sol y playa.

«Peñíscola, así como sus playas, cuenta con espacios amplios que permiten el desarrollo de acontecimientos en el exterior», ha subrayado la concejala de Turismo y Playas, Raquel París.

«Las playas, el casco histórico y el Castillo del Papa Luna son escenarios perfectos para la celebración de actividades seguras en un entorno patrimonial y natural único», asegura París.

Enclaves con calidad certificada

Uno de los escenarios donde se desarrollarán distintos actos será la playa Norte. Con más de seis kilómetros de arena dorada, es una de las playas que concentra más reconocimientos por su excelencia.

En ella ondean banderas como la Azul, las de AENOR (ISO) y la de Qualitur, certificaciones que constatan el importante esfuerzo que realiza el ejecutivo local en materia de limpieza, mantenimiento, mejora de los servicios en playas, en gestión de calidad y gestión medioambiental.

Pero no son los únicos galardones que hacen de Peñíscola un destino puntero, también, cuenta con otros reconocimientos como el Sendero Azul en Peñismar y el Centro Bandera Azul para el Museo del Mar.

De hecho, la que fue sede pontificia del Papa Luna suma 32 galardones, uno de los municipios españoles con mayor número de certificados.

Municipio de Peñíscola. ED

Además, cabe destacar que las playas urbanas de la localidad disponen de servicio de vigilancia, salvamento y socorrismo para garantizar la seguridad de los usuarios, así como de servicios básicos como son las duchas e instalaciones para juegos infantiles y la realización de distintos deportes en la arena.

Vista de las fachadas blancas de Peñíscola. ED

A medida que avanza la temporada estival, la afluencia de visitantes es más elevada y genera un crecimiento exponencial de la población. Para que esta circunstancia no conlleve riesgo alguno, las distintas administraciones han colaborado en la puesta en marcha de un equipo de informadores en las playas y espacios públicos.