Cada día nos preocupamos más por lo que comemos, que sea saludable, que no engorde... y lo cierto es que muchas veces hemos oído cosas de toda la vida, cosas que se han dicho siempre respecto a la alimentación y que hoy en día se ha demostrado que son falsas.

Al sudar perdemos líquido que luego recuperamos al volver a beber agua

FALSO: Las personas que sudan más, pierden grasa. El agua ayuda además a drenar y eliminar líquidos acumulados.

No hay que comer pan porque engorda

FALSO: Simplemente hay que moderar su consumo porque tiene un contenido alto de hidratos de carbono, evitar untarlo en salsas, mantequillas o acompañarlo de embutidos.

Comer fruta después de las comidas engorda

FALSO: Una pieza de fruta ayuda a hacer la digestión mejor, aunque debemos evitar tomar piezas muy acuosas como el melón o la sandía para no sentirnos pesados.

Saltarse una comida adelgaza

FALSO: Al contrario, resulta más conveniente comer cinco veces para no picar cualquier cosa entre horas y no provocar trastornos alimenticios.

Beber agua durante la comida engorda

FALSO: El agua no tiene calorías, aunque sí es cierto que puede relentizar la digestión si bebemos demasiada agua. Es mejor no sobrepasar el vasito en la comida y el resto beberlo fuera de las comidas.

Comer rápido engorda

FALSO: La cantidad de calorías será la misma, rápido o lento. Lo cierto de este asunto es que si comemos despacio daremos tiempo a los propioceptores del estómago (su función es pesar la cantidad de comida ingerida) de que nos avisen a tiempo de que ya hemos comido suficiente. Si engulles la comida no darás tiempo a que los propioceptores hagan su función bien y para cuando puedan enviar la señal te habrás pasado de comer.

Lo integral no engorda

FALSO: No se trata de la cantidad de calorías, lo integral siempre es mejor por que ayuda a nuestro tracto intestinal a mejorar su función.