Alegría, tristeza, miedo, ira y asco. Las cinco emociones básicas. Movimiento. Sentimiento. Danza. Més a prop. Cotidianidad. Identidad. #IdentitatEmocional. El teatro Rialto es el escenario sobre el que seis bailarines, dirigidos por Noelia Liñana, demuestran que se pueden contar «muchas cosas» mediante la danza contemporánea. El montaje que ahora se materializa Noelia lo diseñó en su cabeza. Le dio una y mil vueltas. Investigó. El pasado mes de junio, Liñana fue elegida en una convocatoria abierta del IVC para la dirección coreográfica de una producción de danza que tuviera como objetivo estimular la creación y la diversidad en las propuestas escénicas. La comisión evaluadora valoró su propuesta artística construida tomando como punto de partida las emociones del ser humano.

«Las ideas de Isadora Duncan, pionera de la danza moderna, residen en que el origen del trabajo artístico es la emoción. La danza no es una sucesión de pasos y formas, sino el movimiento constante y fluido, que nace del centro del cuerpo, y se extiende con libertad hacia la cabeza y las extremidades», reflexiona la coreógrafa.

Como si de un trozo de barro se tratara, la coreógrafa empezó a moldear la pieza hasta convertirlo en Més a prop. En septiembre se hicieron las audiciones. Centenares de bailarines, a lo largo de dos interminables sesiones, fueron analizados y evaluados. Seis pasaron la criba: Clàudia Carpintero, Margarita López de las Heras, Estrella Martín Picanes, Daniele Mesquita, Mayte Tortosa y José Ignacio Puig Castro. Desde el pasado mes noviembre, de nueve de la mañana a cinco de la tarde, los bailarines se dedicaron en cuerpo y alma a materializar las ideas de Noelia. Y lo han conseguido. «Escogí exactamente lo que necesitaba», se enorgullece la directora tras definirse como una mujer «intensa y cabezota, muy cabezota». Cualidades que, con una amplia sonrisa, justifica en que «el proyecto lo tenía clarísimo». «No sé como explicarlo, pero cuando los vi bailar, lo tuve claro. Elegí a quién mejor defendía a cada una de las emociones. Y sí, creo que no podía haber elegido mejor», incide tras desvelar que todo el montaje está hecho en blanco y negro. Mayte, sobre un escenario desnudo, es quien ejerce de hilo conductor de las cinco emociones. Jose Ignacio representa la alegría, Daniel el miedo, Margarita la ira, Claudia la tristeza y Estrella el asco. «Son fantásticos», valora Noelia, para acto seguido apostillar, «empastan muy bien juntos». ¿Pero qué es Més a prop? «Una cápsula intensa y mágica de emoción y danza», defiende la directora. «Hablamos de un proyecto para acercar al público y a la gente joven a la danza contemporánea. Queremos trasmitir que se pueden contar muchas cosas con el cuerpo. A veces, el concepto de danza contemporánea es muy abstracto y yo quisiera que se entendiera que, desde la abstracción, también se pueden contar cosas. El cuerpo se explica solo» explica Noelia. «Mi concepto de Més a prop es para acercar a la gente hacia adentro. Siento que cuando se complican las cosas demasiado, el público no se acerca. El Rialto me parece un sitio en el que hay que asomarse hacia dentro porque el público está muy cerca», incide. Con música hecha a la carta por David Antolín -«sus temas son para cerrar la luz y escucharle solamente», confiesa Noelia- y el vestuario de José María Adame -«un arriesgado estilismo», concreta-, la iluminación de Marc Martínez, al tratarse de una obra con un escenario muy limpio, adquiere tal importancia que, según la directora, son el cincuenta por ciento de la obra. Orgullosa de su montaje, la directora y coreógrafa, afirma que la obra se ha materializado «exactamente» como ella lo tenía en la cabeza. Ahora solo falta ver cómo lo digiere el público.

Teatre Rialto. Hasta el 27 de enero. Hoy y mañana a las 20 horas y el domingo a las 19 horas.