La alcachofa tiene la capacidad de absorber el agua del estómago. Sus fibras vegetales nos ayudan a controlar el apetito, aportándonos sensación de saciedad y favoreciendo la pérdida de peso. También estimula la eliminación de líquidos. Sus propiedades diuréticas evitan la retención y con ello el hinchazón por el cúmulo de líquidos y toxinas. Su alto contenido en fibra regula el tracto intestinal, tanto si padecemos de estreñimiento como de diarrea. Normaliza el vaciado del intestino y con ello ayuda generar una sensación de ligereza y de vientre más plano.

La alcachofa combate el colesterol, alivia las malas digestiones, limpia el hígado y ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer. Es uno de los vegetales estrella cuando se lleva a cabo una dieta de reducción de calorías. Tenemos varias maneras de consumirlo, cruda en ensaladas (comeremos el corazón blandito), al vapor, a la plancha o cocida.

Otro modo de hacerla, y muy efectivo, es mediante el té de alcachofa. Os enseño cómo hacerlo:

Ingredientes

20 gramos de hojas de alcachofa.

1 taza de agua hirviendo.

Preparación

Coloca las hojas de la alcachofa ya limpia en un cazo con agua hirviendo.

Dejar hervir durante unos diez minutos.

Al retirarlas del fuego, escurrir y dejar su jugo reposar cinco minutos.

Cómo tomar el té de alcachofa para adelgazar

Se pueden consumir hasta tres tazas diarias.

Para que el efecto saciante de la alcachofa tenga más efecto, se recomienda tomar una taza treinta minutos antes de cada comida. Notarás los resultados.