Las estaciones invernales son un claro ejemplo de la evolución que ha experimentado el sector del turismo deportivo. Estos centros, hasta hace unos años centrados en la práctica del esquí, han sabido incorporar a su catálogo de servicios el amplio abanico de posibilidades que ofrece la alta montaña en pleno invierno. Y las excursiones con raquetas de nieve se han consolidado como una de las alternativas de mayor demanda y crecimiento.

Se trata de una de las propuestas de mayor atractivo para disfrutar de la naturaleza. Gracias a la constante modernización de este tipo de equipamiento, su uso no requiere de mucha técnica lo que le permite adaptarse a todo tipo de niveles y condición física. Las raquetas han incorporado fijaciones móviles que permiten mover el pie con libertad en las subidas y bloquearlo en las bajadas. Cómodas y fáciles de utilizar, solo se necesita hacer unas pasadas para acostumbrarse a la mecánica de funcionamiento. Es simplemente como andar sobre la nieve. Además, no precisa de un equipamiento adicional que se salga de lo común; ropa cómoda y aislante, gafas de sol, un calzado adecuado para caminar sobre la nieve y bastones de esquí.

Sin duda alguna, una modalidad por la que han apostado la práctica totalidad de estaciones con una creciente oferta proveniente tanto de los propios centros invernales, como de las empresas privadas de actividades situadas en sus alrededores. Un claro ejemplo son los Pirineos de Cataluña, donde casi todas las estaciones de esquí organizan salidas con raquetas de nieve, incluso con excursiones nocturnas. En el Pirineo de Lleida en la estación de Port Ainé y Espot Esquí organizan trayectos guiados por el Parque Natural del Alt Pirineu, mientras que en Tavascan las excursiones parten desde el refugio de La Pleta del Prat. Un escenario en el que los trazados de esquí nórdico ofrecen más de 85 kilómetros de itinerarios para hacer con raquetas. Baqueira Beret ofrece rutas por el Pla de Beret. Una de las más atractivas es la de Orri - Llac de Bacivèr; casi cuatro horas de caminata por la nieve con un desnivel de 272 metros.

En esta misma línea, con 22 estaciones de esquí nórdico, los Pirineos franceses son uno de los mayores destinos para la práctica de las raquetas de nieve. Grand Tourmalet-Pic du Midi, Piau o Luz-Ardiden son algunos de los dominios que han ampliado los circuitos en 2019 para dar servicio a una modalidad cuya práctica creció un 18% durante la pasada temporada.