Stilettos de aguja de doce centímetros, leggings y maillots negros. Mujeres y hombres. Estéticas diferentes. Luces. Un escenario limpio. Sonidos y movimientos. Danza urbana en tacones. Anónimas. El primer espectáculo de danza urbana en tacones de España. La compañía pionera de heels en España estrena pieza en la Sala Russafa. Un espectáculo que discurre por tres etapas diferentes de la catarsis personal de Verónica Mejía. La valenciana conduce al público a plantearse diversos porqués, como el cumplimiento de normas y reglas, el atreverse al cambio, el ser diferente y libre, el despojarse de estereotipos€. «Anónimas es un show que anima al crecimiento personal y a romper cualquier barrera con el objetivo de ser y disfrutar de uno mismo», apunta la creadora y coreógrafa. «A través de la danza me planteo, y traslado al público, muchas cuestiones existenciales», añade.

Los tacones se convierten en esta pieza en una herramienta de reafirmación personal. De empoderamiento. Las coreografías, con música de Pink Floyd o Alicia Keys, entre otros, describen la evolución de alguien que se descubre atrapado en una sociedad llena de normas y convenciones que no comparte.

Nueve bailarines en escena (Paloma Silgo, Judith Ballester, Nuria Navarro, Verónica Gallego, Vicente Ripoll, Jéssica Gabino, Victoria Forte, Natalia Moreno e Isabel Mosalve) van encarnando la ruptura paulatina con moldes como el físico, la sexualidad o el poder y, a su vez, reafirmando la independencia. «Mi idea era invitar al público a ser alguien, destacar y dejar huella», explica la valenciana, tras confesar estar «muy satisfecha» del resultado de Anónimas. Porque el espectáculo nació de un reto. De la intención de trasladar un show tendencia en Las Vegas a España. «Quería hacer algo diferente, confeccionar un show único e irrepetible. Me he estado formando en países como Nueva York, Los Ángeles, Roma o París, ciudades en las que el heels dance está ya muy asentado. He recibido clases de coreógrafos que han trabajado con Beyoncé, Rihanna o Britney Spears entre otros. En 1998 decidí cambiar las zapatillas de deporte por los tacones y, desde entonces, no me he bajado de ellos», apunta Verónica que, en 2013, formó su propia compañía, Dalias Heels Company. «El nombre de Dalias surge de un grupo de bailarinas que, como las características de la flor de este nombre, son bellas por fuera y duras por dentro». Así, relata la coreógrafa, nacieron como grupo de competición de danza urbana y en tiempo récord ganaron varios campeonatos nacionales e internacionales. Un día, tras un viaje a Londrés, Verónica gestó Anónimas. «Hice un casting y busqué exactamente lo que buscaba. Cada bailarín, estéticamente, tiene una característica diferente. Y son así porque son un reflejo de la sociedad», sostiene. ¿Y por qué bailar con tacones? Responde: «Siento que los tacones, más allá de una tendencia, son una herramienta de empoderamiento», confiesa. En Anónimas, las coreografías evolucionan para dar paso a la reivindicación de un individuo que se acepta, con sus diferencias y carácter propio, que se reivindica, utilizando los tacones como símbolo de fortaleza.

El espectáculo, que reivindica la fortaleza, independencia y sensualidad femenina, forma parte de la programación especial que la Sala Russafa ha preparado con motivo del 8 de marzo, el día de la mujer.

Anónimas. Sala Russafa. Del 22 al 24 de febrero. Viernes y sábado a las 20:30 horas y domingo a las 19 horas.